Cultura

Islas en el fin del mundo

Animación, Francia-Alemania, 2008, 78 minutos. Dirección: Guillaume Ivernel y Arthur Qwak. Guión: Arthur Qwak, Frédéric Lenoir. Música: Klaus Badelt. Cines: Málaga Nostrum, Plaza Mayor,.

Cazadores de dragones fue la gran apuesta de la animación digital francesa de la temporada pasada. Si nuestra Planet 51 busca en la iconografía estadounidense de los años 50 y en el cine de ciencia-ficción sus referentes visuales y genéricos para asaltar el mercado internacional, la cinta de Ivernel y Qwak, adaptación de la serie televisiva del mismo nombre, demuestra tener algo más de personalidad y carácter para imaginar un fascinante ámbito fantástico a mitad de camino entre el periodo medieval, con sus caballeros, castillos, cuentos de hadas y dragones, y un futuro apocalíptico y sombrío formado por pequeñas islas de terreno que vagan flotando en un espacio sin gravedad.

En el aspecto argumental, Cazadores de dragones propone una clásica aventura iniciática protagonizada por una niña (Zoe) y un caricaturesco trío compuesto por un fornido y tierno caballero oriental aficionado a tricotar (Lian-Chu), su esmirriado y pícaro escudero (Gwizdo) y un expresivo perro-conejo de color azul (Héctor), unidos en un viaje a los confines del mundo para acabar con un enorme dragón de huesos y ojos de fuego y devolverle a la naturaleza el color y la armonía perdidos.

Con una poderosa imaginería neobarroca y varias secuencias realmente memorables (en especial, la batalla contra los murciélagos rojos que se acoplan para formar un nuevo dragón gigante), la cinta de Ivernel y Qwak no pasará a los anales por su originalidad narrativa o por la singularidad de sus criaturas. Ahora bien, su riqueza visual y su virtuosismo técnico nada tienen que envidiar a otras producciones del sector, trabajando en los efectos sensoriales e inmersivos de la tridimensionalidad y en el cuidado de colores, tonalidades y texturas para recrear un universo fantástico deslumbrante.

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