La Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM) continúa su temporada de abono hoy (a las 20:30) y mañana sábado (a las 20:00) con un programa bautizado con el enigmático título Introspección / Exhibición que incluye algunas novedades destacadas. Una de ellas es la presencia en la tarima como director invitado del canadiense Jacques Lacombe (Quebec, 1963), actual titular de la Orquesta Sinfónica de Nueva Jersey y considerado una de las batutas más prestigiosas y creativas de su generación. La posibilidad de ver en acción a Lacombe, famoso por su portentosa lectura de los más insospechados matices (su participación en el montaje de la ópera de Massenet El Cid en el Teatro de la Ópera de Marsella el pasado junio ganó el unánime reconocimiento de crítica y público), constituye uno de los mayores atractivos de la propuesta. Otro es el estreno absoluto dentro del programa de una obra del joven compositor argentino Demián Luna, Introspección I, encargo de la Fundación Autor, la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas y la propia OFM que promete prestar el contrapunto idóneo al conjunto del programa, según la intención innovadora y didáctica del director titular de la orquesta, Edmon Colomer.

El resto del programa lo conforman dos obras crepusculares: el Concierto para piano y orquesta en Sol mayor de Ravel (que contará con Ingmar Schwindt como solista) y la Sinfonía nº 5 en Si bemol mayor, Op.100 de Prokofiev. Ambas piezas constituyeron los últimos estrenos en vida de sus respectivos compositores y representan una síntesis idónea de la música del siglo XX, por la confluencia de estilos y géneros (deste registros populares a jazzísticos). El menú, por tanto, propone una lectura global de los más altos alcances estéticos de la última centuria en su condición de puente, como preludio hacia lo que significa hoy la obra de Luna. Una historia con final feliz.