Con 16 años y detrás de una Leica prestada empezó su camino Jean-Marie Périer. No fue hasta pasada la mili en Argelia cuando el juguete de la fotografía torno en algo real, en algo tangible y lo alzó a lo más alto de la escena musical francesa, primero, y anglosajona, más tarde. En una época libérrima de aperturismo como los sesentas el único camino hacia el triunfo pasa por la fantasía y la osadía. De ahí que la obra de Périer baje los sueños de las grandes estrellas a las páginas de la revista Salut les copains (Hola, amigos). Hasta el 17 de abril el Centro Cultural La Malagueta acoge la primera gran exposición del artista en España. 

Un viaje a través de las miradas de actores y cantantes que sólo se entienden desde la adolescencia recién estrenada que compartían con el propio Périer. Para acercarse a la obra de Jean-Marie es necesario entender que no sería la misma si mirase hacia arriba. La de Périer es una fotografía horizontal, una mirada que sólo podría tener un hijo de artistas, alguien a quien no le impresione la fama porque ya ha nacido rodeándola.

Retratos de Françoise Hardy por Jean-Marie Périer.

La exposición, a la que se accede por la puerta 9 de la Plaza de Toros de la Malagueta es "la más bonita que se ha hecho de la obra de Jean-Marie Périer", asegura Delphine Charon, la gestora de su archivo en Label Espositions. Esto es así porque el espacio que presta la plaza "da lugar a una iluminación teatral que casa con la obra de Périer", añade Cristina Carrillo de Albornoz, la comisaria de la obra que ha estado trabajando dos años para traerla a Málaga. 

La mirada de Périer es colorida como una tienda de caramelos. Como sólo la fantasía puede ser. Hasta donde sólo la osadía puede llegar. Por su cámara pasaron desde Alain Delon, Brigitte Bardot, Catherine Deneuve o Johnny Hallyday hasta Los Beatles, Mick Jagger, Bob Dylan o Stevie Wonder entre los sesentas y los setentas. Se dio veinte años para probar otras cosas y volver a hacer algo completamente distinto: retratar a diseñadores y modelos de la época dorada de la alta costura. 

Cristina Carrillo de Albornoz y Delphine Charon (en segundo plano) observan fotografías de Périer en la muestra.

Podría parecer lo mismo, pero él mismo se refiere a esa etapa como dedicarse a la moda y no a la fotografía. De Salut les copains pasó a la edición francesa de Elle y convirtió a Tom Ford, Giorgio Armani, Kenzo, Karl Lagerfeld, Naomi Campbell, Claudia Schiffer o Carla Bruni en personajes de Velázquez, Dalí, Degas, Millais o Picasso. Sin conocer siquiera el vértigo. 

La disposición de las imágenes de Périer juegan con el gran formato y el pequeño formato durante el recorrido, de manera que la "mirada baila con las fotos", apostilla Carrillo de Albornoz. En un camino de ida y vuelta que recorre de manera ordenada la obra del autor, jugando con las luces de manera magistral para resaltar las fotografías. 

El presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, ha acudido a la presentación de la misma, en la que ha resaltado que las "más de 200 imágenes expuestas son ya retratos de culto del siglo XX". A su vez se ha congratulado de que cada exposición "que viene a La Malagueta es un éxito" y ha asegurado que esta muestra es "especialmente interesante para los amantes del arte y la moda.