Cultura

José Luis Borau, un hombre acorralado por los homenajes

  • El veterano director se prepara para recibir el reconocimiento del Festival de Cine Europeo de Sevilla e ingresar en la RAE

El veterano director de cine José Luis Borau (1929), al que se homenajeará en el Sevilla Festival de Cine Europeo el 8 de noviembre, justo una semana antes de que lea su discurso de ingreso en la Real Academia Española (RAE), aseguró ayer: "Me siento acorralado por los acontecimientos". Estas distinciones "son una satisfacción, pero también una responsabilidad, porque si hago otra película y no gusta, la gente puede decir ¡y a éste le dimos el premio!", señaló con humor al recordar que estos reconocimientos suceden a la rotura de cadera que sufrió el año pasado, todo lo cual le hace exclamar "¡no sé cuándo!", si se le pregunta cuándo hará la próxima película.

La película en cuyo guión trabaja desde hace año y medio aún carece de título, no así la del guión que ya tenía acabado con Rafael Azcona, Las hermanas del Don, cuyo título alude al literario río ruso y que tampoco rodará de momento: "Cuando formas parte de una institución tienes que arrimar el hombro", señaló el presidente de la SGAE, ex presidente de la Academia de Cine y miembro de varias academias.

Lo que sí ha concluido es su discurso de ingreso en la RAE, El cine en nuestro lenguaje, cuya versión definitiva ha entregado esta misma semana a su director, Víctor García de la Concha. "Siempre nos quedará París" y "Nadie es perfecto" son expresiones coloquiales que se originan en el cine, que influye "más de lo que la gente cree", según Borau, en la manera de hablar, como demuestra la palabra rebobinar, y bocata, de la que afirma que procede de los rodajes italianos de la época de los spagetti-western y que luego ha generado cubata, segurata... Y términos como terminator, que ahora han utilizado hasta para aplicárselo al juez Garzón, bromeó Borau, quien ocupará el sillón que fue de Fernando Fernán Gómez, porque "ya es una práctica que al menos un sillón de la Academia se dedique a aspectos literarios del cine".

Borau recordó cuando hace poco más de diez años fueron Luis García Berlanga y él a proponerle a Lázaro Carreter que el cine estuviera representado en la Academia y le dijeron que habían pensado en Rafael Azcona, quien, a diferencia de Fernán Gómez, tan polifacético, era casi exclusivamente guionista y escritor cinematográfico, por lo que se lo propusieron. "Lo malo fue cuando fuimos a decírselo a Azcona, y nos dijo que ni pensarlo, que qué ocurrencia habíamos tenido, que qué hacía él de académico teniendo que dar un discurso y todo eso; Berlanga, como lo conocía, ni siquiera fue a hablar con él, fui yo, que soy más candoroso", evocó.

Mario Vargas Llosa, de quien dijo que ahora está en el Congo buscando datos para una novela y con quien le une una larga amistad desde 1971 y desde que escribió un prólogo para la publicación del guión de Furtivos, será el encargado de contestar su discurso.

Sobre el cine europeo, que le homenajeará en el Festival de Sevilla con un acto y un ciclo con toda su filmografía, Borau señaló que su problema es que "le ha faltado siempre un mercado suficiente", cuestión que, en el caso del español, se agrava con el hecho de que se rueden 170 películas al año para luego "no poder estrenar ni la mitad de la mitad". De los festivales dijo que "no tienen tanta utilidad como se cree, pero sí que ayudan a dar a conocer alguna película", y recordó que, en Estados Unidos, donde vivió muchos años, "las películas que ganaban en Cannes no lo ponían en su publicidad, para que el espectador medio no lo considerara cine artístico". Profesor de guión cinematográfico, Borau afirmó que "existe una crisis mundial de historias, por eso los americanos hacen tantos remakes".

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