Cultura

Lady Godiva a corazón abierto

  • La Térmica abrirá sus puertas el próximo día 18 en el antiguo Centro Cívico con una exposición del fotógrafo norteamericano Christopher Makos dedicada a Andy Warhol

En junio de 1981, el fotógrafo Christopher Makos (Lowell, Massachusetts, 1948) se encerró durante dos días en un estudio neoyorquino con Andy Warhol (Pittsburgh, 1928 - Nueva York, 1987). El fundador de la Factory se dejó atrapar a gusto por un artista al que él mismo había catalogado algunos años antes como "el fotógrafo más moderno de América". En la plenitud de su madurez, Warhol regaló a la cámara un jugoso desfile de poses afeminadas con las que ridiculizó a algunas de las divas de Hollywood a las que había amado y detestado con igual dedicación. Con un humor no exento así de veneno, aquella sesión recuperó el espíritu más lúdico de la misma Factory, la que a finales de los 60 pretendió poner Nueva York patas arriba y en la que The Velvet Underground dio sus primeros conciertos mientras Nico golpeaba el suelo del escenario con un látigo. Aquellas fotografías terminaron conformando una de las colecciones más deseadas del arte estadounidense de finales del siglo XX y, bajo el nombre Lady Warhol, se convirtió en la última gran representación icónica de Warhol, traducida en multitud de exposiciones y un libro que el propio Makos publicó un par de décadas después. Ahora, Lady Warhol protagoniza la exposición con la que La Térmica, el nuevo espacio cultural impulsado por la Diputación de Málaga y dirigido por Salomón Castiel, abrirá sus puertas en la antigua sede del Centro Cívico el próximo día 18. De este modo, el proyecto más ambicioso de cuantos se han anunciado para el nuevo año en la materia se alía con el underground para dar sus primeros pasos. No está mal.

Aclamado como uno de los fotógrafos estadounidenses más visionarios del último medio siglo (y también como uno de los más cotizados: sus obras no ha dejado escalar puestos en Sotheby's a lo largo de las últimas décadas), a menudo se considera a Makos uno de los alumnos más aventajados de Warhol; sin embargo, más allá de la diferencia de edad entre ambos, cabe hablar más bien de una influencia recíproca. Es cierto que tanto Warhol como Paul Morrissey y otros adalides de la Factory dejaron una impronta honda en Makos, especialmente visible en la amplia producción que exhibió hasta finales de los 70, adscrita sin paliativos al registro underground más elocuente (y para la que Lady Warhol supuso, en gran medida, un colofón de lujo). Pero también conviene recordar que Makos se formó junto a Man Ray, que ya antes de cumplir 20 años protagonizó algunas exposiciones memorables en Nueva York y que fue él quien presentó a Warhol a Jean-Michel Basquiat, un encuentro que resultó definitivo para ambos creadores. Nada hay en Lady Warhol de admiración ni de relevo, más bien de diálogo. El mismo Christopher Makos se refirió a aquella sesión de 1981 en una entrevista concedida a notodo.com hace un par de años con motivo de la reedición del libro del mismo título en España (bajo el sello La Fábrica, que colabora activamente con La Térmica en el desarrollo de varios programas de actividades) como "una conversación": "Se trata de una conversación que no se inicia con este proyecto, sino que tiene su origen en 1921 con Marcel Duchamp y Man Ray con el proyecto Rrose Sélavy, y también es la misma conversación que puede encontrarse con Cindy Sherman y sus coleccionistas".

A partir de 1981, Makos fue abandonando progresivamente el underground para adoptar registros más reflexivos y profundos, aunque no menos poderosos ni impactantes. Desde 1983 mantiene una fecunda relación con España, donde ha expuesto su obra en numerosas ocasiones: por su objetivo han pasado desde Pedro Almodóvar y buena parte de sus chicas hasta los más arrebatadores paisajes de la costa y el interior. El Museo Reina Sofía adquirió para sus fondos dos fotografías de gran tamaño de la serie Lady Warhol. Y, por ahora, la exhibición en La Térmica como gran acto de apertura constituye el último episodio de este fructífero idilio.

El Warhol provocador de estas imágenes remite a la New age de The Velvet Underground, y también, de manera terriblemente profética, a la Lady Godiva tendida en la mesa del quirófano con la cabeza abierta a la que cantó John Cale. Como un sueño perdido del que quedó su negativo.

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