'Langosta y gato' regresa a Nueva York tras cuatro meses en el Picasso

El lienzo Langosta y gato regresará al Museo Solomon R. Guggenheim de Nueva York después de permanecer durante desde el pasado octubre, en el Museo Picasso Málaga, que lo expone hasta este domingo, dentro de su programa Museo invitado. Esta obra de 1965, que se ha podido ver por primera vez en España, forma parte de la colección que fue donada al museo neoyorquino por el galerista y filántropo alemán Justin K. Thannhauser (1892-1976), según explicó en su presentación el director artístico del Museo Picasso Málaga, José Lebrero.

La familia Thannhauser acogió en 1913 en su galería de Múnich la primera gran exposición retrospectiva del entonces joven Picasso, y a partir de ese momento se estableció una relación de amistad y coleccionismo con el artista malagueño. De hecho, en la esquina superior izquierda de la obra prestada por el Guggenheim figura la dedicatoria Pour Justin (Para Justin, en francés) firmada por su ami (amigo) Picasso, cuya relación de amistad se prolongó hasta la muerte del artista en 1973.

Ello permitió además al galerista crear una importante colección de arte moderno, de la que forman parte 32 obras de Picasso, y que a partir de 1961 fue donada al museo neoyorquino, aunque Langosta y gato llegaría a esta institución en 1991 con el legado de la segunda esposa de Justin K. Thannhauser, Hilde. Este óleo sobre lienzo ha permanecido instalado en la sala XI del Picasso, dedicada a los animales domésticos y cercanos, y donde se pueden ver otras obras con palomas, búhos o erizos.

El cuadro invitado presenta "una caricaturesca batalla y sorpresa mutua entre dos animales que no se suelen llevar muy bien, una langosta y un gato, que se ven sorprendidos, se miran y lógicamente no se entienden", según Lebrero. Además, como suele ser habitual en Picasso, Langosta y gato remite a una obra clásica, en este caso el cuadro La raya (1728), obra de Jean-Baptiste-Simeón Chardin, y que forma parte de los fondos del Museo del Louvre de París.

Dentro de esta relación entre ambas pinacotecas, el Guggenheim de Nueva York mostró en su exposición Picasso en blanco y negro, comisariada por la que fuera la primera directora del Museo Picasso Málaga, Carmen Giménez, la obra Acrobat, habitualmente expuesta junto a la colección permanente de la misma pinacoteca gracias a su cesión a largo plazo por la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte (FABA).

Tal y como apuntaron ayer fuentes del Picasso, el programa Museo invitado aporta un contenido y un valor extra a la colección permanente del Palacio de Buenavista, compuesta por 233 obras y representativa de todas las etapas del genio.