'Lasa y Zabala' pretende poner un "punto y seguido" en el debate sobre el terrorismo
El director Pablo Malo recrea en su última película el crimen del GAL en clave de 'thriller' político
El secuestro, tortura y asesinato de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala a manos del GAL fue algo "salvaje y totalmente injustificado", un caso de violencia extrema recordado ahora por Pablo Malo en un filme que pretende ser "un punto y seguido" para que se hable abierta y honestamente del terrorismo. El problema del terrorismo en España es muy reciente. "Este país ha sufrido muchísimo y hay muchas heridas abiertas", pero ya se dan la situación política y social que permite comenzar a hablar de lo que pasó en los últimos 50 años, reflexiona Malo. Lasa y Zabala es un solo capítulo de toda esa historia y es una película "muy necesaria", como le han señalado a Malo diversas personas que en su día estuvieron amenazadas por ETA o implicadas en el terrorismo.
"No me gustaría que la película fuera utilizada como arma arrojadiza. No es una película maniquea, todo el argumento está basado en un sumario judicial, pero al final no deja de ser una ficción (...) un thriller político muy potente", señala el director. En Lasa y Zabala, Malo se centra en uno de los casos más oscuros, el del secuestro de dos jóvenes de 20 años a los que miembros de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) cogieron en Francia cuando iban buscando a tres dirigentes de ETA, sin saber muy bien ni siquiera lo que habían hecho. Una indefinición que mantiene la película, que apenas esboza las razones por las que Laza y Zabala estaban en Francia o su colaboración con ETA. Tampoco muestra el filme ningún atentado de ETA -los menciona a través de informaciones en periódicos-, una decisión premeditada de Malo y el guionista, Joanes Urkiko. "Nos planteamos la idea de rodar un atentado de ETA, pero hubiera sido algo anecdótico en la historia y además en 100 minutos no se podía contar mucho más", explica el realizador. Por ello, prefirieron centrarse en un episodio muy concreto, que además era el encargo del productor.
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