Leo Bassi se desvela como payaso blanco en 'Utopía'

Le han tachado de provocador, de genio, loco, "y hasta de demonio". Leo Bassi recordó ayer en Málaga con su habitual sorna la serie de calificativos que sus diversos espectáculos han despertado entre público y crítica. "A mí me parece una enorme provocación que un señor de 80 años como es el Papa se siente en un trono de 600 mil euros para dar sólo dos misas", matizaba el locuaz showman durante la presentación de su nuevo espectáculo Utopía que se despide hoy del Teatro Echegaray.

"He descubierto en este espectáculo las raíces de mi tradición. Mis abuelos y mi padre me hicieron ver que el circo era un lugar utópico, con una misión educativa, dar energía a la gente del pueblo", expresaba Bassi. Para recordar esta máxima el actor recupera al payaso blanco "el más serio y odiado". Metido en su pellejo se subirá al escenario para meterse con la derecha ó "con la política de Zapatero" como los auténticos bufones del siglo XIX.

"Un bufón es un personaje grotesco pero que no dice tonterías, expresa su visión del mundo", advertía el protagonista. "La provocación es un lenguaje, una semántica, una manera de llamar la atención pero cuando ya lo has conseguido tienes que saber quñe vas a decir, eso es lo más importante", recordaba. "Mi provocación es llamar la atención sobre hechos concretos", insistía Bassi.

Como tarjeta de presentación de Utopía, su autor explica la génesis de la siguiente manera: "En el corto lapso de tiempo de una noche electoral, la victoria de Obama ha cambiado radicalmente el clima político rompiendo la negatividad que amenazaba la visión del futuro". Este hecho creó en su cabeza un marco "sorprendente e inmejorable" para apreciar "la fuerza de los argumentos de las más ambiciosa de mis obras, ¡Utopía !".

Nacido en Nueva York en 1952, este actor y cómico procede de una familia italiana dedicada durante seis generaciones a la actividad circense.Debutó en el circo a los 7 años.A los 24 abandonó el espectáculo familiar para desarrollar su carrera en solitario como actor, animador y agitador cultural. En 1978, una entrevista para una revista de orientación intelectual, hizo que se presentase en el circuito internacional de Festivales Teatrales, y muy pronto ganó reputación por haber creado un estilo muy personal de comedia .

"Hace cinco años critiqué la pederastia en la iglesia católica y mira lo que ha pasado ahora", matizaba Bassi. Más allá de la mera provocación, la intención última de su creador es que el espectador pueda aprecia "la espontaneidad, frescura e inmediatez" de su nueva propuesta.