John Cale (Garnant, 1942) es uno de los grandes del rock. Desde sus días al frente de The Velvet Underground, junto a Lou Reed, este galés siempre ha tenido algo que decir en la música popular contemporánea. El próximo miércoles 5 de marzo estará en el Cervantes.
-¿Qué tiene de especial John Cale Acoustimatic Band?
-Un poco de electrónica, como la batería, y una parte ruidosa.
-Parece que será muy diferente a sus últimas grabaciones en directo, las de Circus.
-Sí, aquello fue muy eléctrico. Ahora intentamos hacer las canciones de un modo diferente, las cambiamos con otros arreglos. Así se hacen las canciones más personales.
-¿Por qué tanto cambio? ¿Cómo decide alterar las canciones?
-Me aburro si no cambio los arreglos. Pero no lo controlo, simplemente ocurre. Entre gira y gira no veo a los chicos, ellos hacen lo suyo y yo lo mío, así que cuando estamos juntos y tocamos las canciones algo nuevo ocurre. Para mí es un modo de mantenerme sano.
-Los giros estilísticos han sido una constante en toda su carrera, ¿ha seguido alguna extraña hoja de ruta?
-Claro, pero todo sucede por accidente. Estás tocando y alguien te sugiere algo, no ocurre de un modo disciplinado. Paso mucho tiempo solo en el estudio, y cuando estoy con la banda es más fácil. Se crea la atmósfera para cometer fallos, surgen sorpresas y es más relajado. Disfruto. No me gusta hacer cosas normales, las ideas surgen de pequeñas esquinas de la mente.
-Black acetate (2005), su última grabación de estudio, fue un disco de regreso al rock, casi un regreso a los días sucios de The Velvet Underground.
-Bueno, no sé qué escucha la gente pero eso tiene sentido.
-¿Sabe que después de su concierto, apenas pasados unos días, actuará en el mismo escenario Patti Smith?
-Eso ha sucedido durante años y es divertido. Tiene sentido.
-Usted produjo su primer álbum, el ya legendario Horses (1975), y luego han trabajado juntos en varias ocasiones.
-Cuando la conocí me di cuenta de que era una artista devota, que no se lo tomaba como el trabajo de un día. Es muy fuerte.
-¿Le sorprende que treinta años después siga en la brecha?
-Sabía que no desaparecería, que no cambiaría. Ella iba a estar por ahí durante mucho tiempo.
-¿Ha escuchado su disco de versiones? ¿Le molesta que no haya grabado una canción suya?
-No, no lo he escuchado. Y no, yo no pienso así.
-¿Y su próximo disco? ¿Para cuándo?
-Vamos a reunirnos para trabajar juntos en el estudio esta primavera.
-En los últimos años no para de publicar nuevo material y de dar conciertos, algo que en los 90 no fue así. ¿Qué ha cambiado?
-Porque esto tiene unos ritmos. Grabas y das una gira, que te lleva por América, Europa y Asia, y todo esto tienes que coordinarlo. Llevamos cinco años juntos y tenemos un ritmo juntos y sabemos qué vamos hacer en cada momento.
-¿Y cómo va a ser el disco que grabe en primavera?
-Va a ser más como HoboSapiens (2003). Será más lo que somos.
-¿El recuperar la electrónica tiene algo que ver con su colaboración con LCD Soundsystem?
-Eso fue una sorpresa. La canción iba muy bien para mi forma de cantar. Fue muy divertido hacerlo.
-Siempre está rodeado de músico jóvenes, ¿no?
-Es muy interesante trabajar con gente joven, ves cómo marcha todo, ves el proceso de trabajo. Me gustan las ideas agresivas e incompletas.
-En particular, trabaja bastante con artistas galeses como Super Furry Animals y Manic Streer Preachers.
-Sí, estas bandas cantan en galés y muy bien. Están cambiado la cara de la música.
-¿Cree que en los último tiempos sólo hay repetición y revisión?
-No lo creo, ha habido un colapso del sistema de distribución de la música y ha habido un cambio de nivel. Las bandas jóvenes actúan de un modo inesperado y eso es original. La gente está ahora más pendiente de lo que pasa en la música, hay más actividad. La gente busca en internet.
-¿Será Myspace una revolución?
-Sí, ya lo es.
-¿Es usted un optimista con el futuro del rock?
-Cómo puedes imaginar que el mundo lo pare, es un movimiento social.
-Usted recuerda los días en los que no existía el rock.
-[Risas] ¡No!, me alegra decir que no, cuando yo era joven ya estaba empezando. Pero la comunicación electrónica lo ha acelerado y ahora todo el mundo puede disfrutar de ello. Y va a seguir.
-Richard Hell dijo hace unas semanas en Málaga que el rock sólo lo pueden hacer los jóvenes. Imagino que no está de acuerdo.
-No, son cosas diferentes. Es genial que gente de catorce o quince años comience. Esa es una noción muy romántica. Va de lo que quieras, puede ser sobre una conversación.
-¿Entra con ira juvenil a los estudios para grabar?
-No. Pero soy un tipo gruñón, y me gusta encontrar cosas nuevas y eso me motiva.
-Y cuando graba, ¿espera salir con algo que olvide sus días en The Velvet Underground?
-Claro, llevo años intentándolo pero no parece funcionar [risas].
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