Málaga se rinde a las mujeres de Fellini
La primera promoción de Interpretación Musical de la Escuela de Arte Dramático representa 'Nine' como proyecto de fin de carrera
Quién le iba a decir a un Don Juan en crisis creativa, inmaduro y caprichoso que sus adoradas mujeres iban a cobrar vida 47 años después y a miles de kilómetros de su Italia natal. El espíritu de Guido Anselmo visitará Málaga del 16 al 19 de julio para recordar las obsesiones de Fellini. La primera promoción de Interpretación Musical de la Escuela de Arte Dramático de Málaga (ESAD) representa en su auditorio (con un aforo de 500 butacas y entrada gratuita) Nine, el musical, inspirado en la película Ocho y medio. Se trata además de la primera vez que se versionan y adaptan íntegramente al español los textos y canciones del oscarizado clásico. El profesor Antonio Jesús González se ha encargado de este trabajo tras un proceloso trámite para adquirir los derechos en Nueva York y Londres. Después de seis meses de ensayos, el resultado devuelve sobre el escenario a 25 alumnos (6 de ellos se licencian) y una orquesta de 27 músicos (profesores y alumnos de los distintos conservatorios de Málaga) dispuestos a demostrar sus dotes para el canto, el baile y la interpretación. Se da la circunstancia de que la ESAD de Málaga es la única en Andalucía y la tercera en España que cuenta con la especialidad de Interpretación Musical.
"Ha sido complicado sobre todo por las características de la historia. Tiene muchas partes de coro de mujeres que interactúan con el protagonista", recuerda González. Para conseguir ese equilibrio entre sopranos, mezzosopranos, contraltos y voces intermedias se realizó el debido casting. "En la escuela formamos a actores que cantan, aún así, ellos estudian además cuatro años de cante, música y danza", matiza. El pasado abril la ESAD de Málaga ya comprobó el éxito de su propuesta musical con Te odio amor mío, inspirado en temas de Cole Porter. Aquel era un musical de pequeño formato, con sólo siete actores y diez músicos. Ahora el reto es mayor. "Este musical es además de los más completos que existen. Requiere muy buenos actores, los personajes conllevan una carga psicológica fuerte y la partitura es difícil", comenta su responsable.
El pasado viernes una veintena de alumnas se paseaban de un lado a otro del aula, vestidas de negro, probando voces y sensualidad junto al Guido malagueño. Con Padi (director musical) al piano entrenaban sus cuerdas vocales mientras Antonio González vigilaba sus pasos y dominio de la escena. Al otro lado, Fanny Sánchez corrobora el sentir unánime de sus compañeros. "Para nosotros este musical es muy especial, no sólo porque es el proyecto de fin de carrera sino porque es el último que hacemos juntos", detalla. Junto a ella, el alter ego de Fellini, Rafael Estepa insistía en lo complicado de su papel. "Canto nueve temas que se alternan con la interacción de ellas y con ritmos muy distintos", explica. A pesar de las dificultades, todos manifestaban una ilusión y entrega propios de una apuesta tan ambiciosa. Lógicamente, el visionado previo de Ocho y medio era asignatura obligada. "Nos gusta pero es muy denso y tienes que hacer un esfuerzo por entenderlo. El musical está mejor", recuerda Fanny.
La puesta en escena de Nine incluye proyecciones con fragmentos de Ocho y medio, muchos cambios de decorado y escenas (algunas oníricas) y un vestuario base en negro que explosiona en atuendo barroco con la escena final del Casanova. La prueba de fuego para esta veintena de alumnos lleva detrás un importante entrenamiento en "rutina profesional, maquillaje, horarios, calentamiento y, en definitiva, la disciplina con la que se van a encontrar cuando salgan de aquí", insiste su profesor. Algunos de los futuros actores ya han probado su talento en castings en Madrid y Barcelona para musicales como Los Miserables, Mamma Mía o High School. La respuesta ante la incógnita del futuro profesional es clara. Nadie duda que los musicales están de moda. "Hay más donde elegir, pero también más competencia e intrusismo", sostiene Juana. Por lo pronto nadie les quitará el privilegio de convertirse por unos días en las féminas imposibles de Fellini.
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