CORONAVIRUS | EL IMPACTO EN LA CULTURA

Malestar por la cancelación del Teatro Central

  • El sector cultural percibe un trato discriminatorio en la decisión que ha impedido el estreno en Sevilla del primer montaje de Alfredo Sanzol al frente del Centro Dramático Nacional

Una escena de 'El bar que se tragó a todos los españoles'.

Una escena de 'El bar que se tragó a todos los españoles'. / CDN

Después de una temporada escénica extremadamente complicada a causa de la pandemia en el Teatro Central, donde -que se sepa- no ha habido ningún brote desde el arranque del curso en septiembre, cuando fue uno de los escenarios de la Bienal de Flamenco, la cancelación del primer espectáculo de Alfredo Sanzol al frente del Centro Dramático Nacional (CDN), con las localidades agotadas desde hacía semanas, ha provocado un enorme desconcierto en el sector cultural. Un desconcierto al que ha seguido una profunda indignación al ver cómo los demás espacios escénicos de la ciudad continuaban con su programación en la línea de respeto a las directrices de las autoridades sanitarias que todos han venido siguiendo durante estos meses. La cancelación de El bar que se tragó a todos los españoles se comunicó rozando la medianoche del viernes, después de que ese día por la tarde el Teatro anunciara a los espectadores implicados que por una reducción de aforo añadían una función el sábado por la tarde (18:30) a la inicialmente programada a las 12:00. Un esfuerzo enorme ese doblete por parte del personal del Teatro Central y del equipo artístico y técnico del CDN teniendo en cuenta que la pieza de Sanzol duraba más de tres horas.

Ni la Junta de Andalucía ni la dirección del Teatro Central han aclarado de dónde procedía la recomendación sanitaria esgrimida para cancelar la actividad este fin de semana en el espacio escénico de la Isla de la Cartuja y en el Teatro Alhambra de Granada, ambos de titularidad autonómica, ni tampoco cuál era el ámbito territorial de la medida, pues tanto en Sevilla como en Granada el resto de teatros han funcionado con normalidad. Se sabe también que el CDN ha hecho una función completa sin público, cuyo fin se desconoce todavía. La cancelación supone un coste económico bastante relevante para las arcas andaluzas porque el CDN viaja con un equipo de casi una treintena de personas.

Sevilla era la primera plaza de la gira nacional de la obra de Sanzol, que continuará esta semana en Santiago de Compostela y Valencia. El daño para los trabajadores del sector cultural se suma a la desilusión de los aficionados que pierden uno de los espectáculos más esperados de la temporada, y recuerda por su gravedad lo que ocurrió con la cancelación del montaje más ambicioso del pasado Festival de Música Antigua, la ópera Argippo de Vivaldi, que no pudo ofrecerse en Sevilla de nuevo por recomendaciones sanitarias anunciadas la víspera y que discriminaban al Teatro de la Maestranza -el programa de Europa Galante se ofreció un día después en el Auditorio Nacional-.

El análisis de riesgo al que deben ser sometidos todos los teatros andaluces por parte de las autoridades sanitarias no atendió las especificidades técnicas y las dimensiones del Maestranza, teatro de 1800 localidades que fueron reducidas a un aforo máximo de 200, o del Teatro Central, que se quedaba en 80 localidades. La cancelación del Alhambra ha afectado a la compañía sevillana de Manuela Nogales, que realizó una residencia en ese teatro esta semana.

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