Cultura

Maruja Torres gana el Nadal con una novela de "fantasmas" que protagoniza

  • La escritora se reencuentra en el cielo con Terenci Moix y Vázquez Montalbán y rememoran la España literaria de posguerra · El autor vallisoletano Rubén Abella finalista con su 'Libro del amor esquivo'

La periodista y escritora Maruja Torres ganó ayer la 65 edición del Premio Nadal con la obra Esperadme en el cielo, una novela de "fantasmas" protagonizada por la propia autora, que se reencuentra con dos amigos ya fallecidos, Terenci Moix y Manuel Vázquez Montalbán.

En ese reencuentro en el más allá, los tres crean una atmósfera mágica y juntos rinden un homenaje a un determinado tiempo pasado mientras realizan paseos por el Raval barcelonés o el madrileño Parque del Retiro.

Además, el jurado del Premio Nadal ha seleccionado como novela finalista la obra El libro del amor esquivo, de Rubén Abella, novela que toma como referencia el Libro del Buen Amor del Arcipreste de Hita, aunque adaptado a las circunstancias del siglo XXI.

En la misma velada literaria de todas las noches del día de Reyes se ha fallado también el 41 Premio Josep Pla de narrativa en catalán, que ha recaído en el periodista Gaspar Hernández por la novela El silenci, en la que el narrador mantiene un monólogo con Umiko, una joven japonesa, enferma de cáncer, que cree en la medicina alternativa y en concreto en el poder curativo de la voz.

La periodista Maruja Torres quedó inscrita anoche en el exclusivo club de ganadores de los dos premios literarios hispanos más importantes y de larga tradición, el decano Nadal y el mejor dotado Planeta.

En ese reducido grupo privilegiado, además de Maruja Torres, cuentan en sus vitrinas con ambos premios literarios autores como José María Gironella, Luis Romero, Ana María Matute, Jesús Fernández Santos, Carlos Rojas, Rosa Regàs, Lucía Etxebarria y Juan José Millás.

Aunque en su DNI dice que es María Dolores Torres Manzanera, el gran público la conoce como Maruja Torres, la firma con la que estampa sus habituales columnas y artículos en el diario El País.

Maruja Torres (Barcelona, 1943) creció en el barrio Chino barcelonés, donde vio cómo su padre abandonaba a la familia cuando ella tenía 7 años.

Sin formación académica, comenzó a trabajar de mecanógrafa a los 14 años y deambuló por diversas empresas hasta que, en 1963, entró como secretaria y redactora en la sección Página Femenina del diario La Prensa, que pertenecía al Movimiento.

En 1965 ingresó en la revista Garbo como "chica para todo", y allí permaneció durante seis años. Paralelamente, colaboraba con la revista de cine Fotogramas, en la que realizó sus primeros artículos de opinión así como entrevistas.

Posteriormente trabajó de free lance en diversas publicaciones, como El Papus, Por Favor (con sección fija titulada "La ventana indiscreta") y La Calle.

En septiembre de 1981 se trasladó a Madrid, para trabajar bajo la dirección de Rosa Montero en el Dominical Color de El País, y poco tiempo después, en febrero de 1982, pasó a formar parte de la plantilla del citado diario, en la sección de Cultura.

Tras un breve periodo profesional en la redacción de la revista Cambio 16, volvió a El País como reportera y columnista, donde ha desarrollado su carrera. Ha escrito siete novelas y libros, la mayoría sobre sus vivencias.

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