Cultura

Medio siglo del cajón al atril

  • La Orquesta Filarmónica de Málaga publica en un disco la grabación de tres piezas sinfónicas inéditas del compositor británico Rodney Newton

Que el ejercicio de la composición musical contemporánea entraña cierto carácter quijotesco lo sabe bien el músico británico Rodney Newton (Birmingham, 1945), autor de un jugoso corpus que incluye partituras de cámara, obras sinfónicas, bandas sonoras de películas y otros registros (especialmente fértil es su producción para las brass bands o bandas de metales, muy populares en Inglaterra, aunque también ha compuesto música para bandas españolas). Muy a pesar de esta labor, Newton es conocido sobre todo por su función docente, que ha ejercido en instituciones como el London College of Music (donde impartió clases de composición y orquestación) y la Royal Academy of Music (donde trabajó como profesor de composición de música para el cine). Ahora, sin embargo, su quehacer compositivo es objeto de una particular reivindicación con un disco publicado en el catálogo de Toccata Classics que acaba de salir a la venta y que incluye tres piezas sinfónicas inéditas: sus Sinfonías nº 1 y nº 4 y su "poema tonal de siete minutos" (en sus palabras) Distant Nebulae. Pues bien, esta grabación, de interés más que notable para los melómanos con la oreja puesta en los siglos XX y XXI, tuvo lugar el año pasado en Málaga de la mano de la Orquesta Filarmónica de la ciudad (OFM), bajo la dirección del batuta también británico Paul Mann. De este modo, el nuevo lanzamiento discográfico de la orquesta, el número 56 en su historia (nada mal para una formación con 27 años de vida), vuelve a contar con un protagonista internacional tan fértil y reconocido como por descubrir.

Para fortuna de sus seguidores y de los aficionados de la OFM, Newton escribió durante su estancia en Málaga un diario, titulado El diario español de Rodney Newton, que ha divulgado el mismo sello Toccata. Y lo cierto es que estos textos están llenos de hallazgos que dan buena cuenta de las impresiones de un compositor a la hora de grabar su obra, especialmente cuando se trata de piezas escritas mucho tiempo atrás y que su autor consideraba ya condenadas al olvido. La primera entrada de este diario está fechada el 17 de septiembre de 2017 y comienza así: "Esta tarde, mi viejo amigo Martin Anderson y yo hemos viajado a Málaga para grabar una música que nunca pensé que llegaría a escuchar en mi vida. Compuse mi Sinfonía nº 1 entre 1967 y 1969, cuando acababa de salir del college y era miembro de la hoy desaparecida Training Orchestra [orquesta para jóvenes músicos] de la BBC en Bristol. Se trata realmente de la música de un joven compositor que busca su voz individual y es ahora, en las próximas cuatro semanas, cuando la voy a escuchar interpretada por primera vez. Escribí mi Sinfonía nº 4 siete años después y, a pesar de un intento infructuoso por parte de Sir Charles Groves para programarla en un concierto de la BBC Symphony Orchestra, la pieza se ha mantenido inédita durante cuarenta años. Me preocupa cómo los músicos de la Orquesta Filarmónica de Málaga, a la que no conozco, van a recibir la obra menos divulgada de un compositor del que ninguno de ellos ha oído hablar".

Me encantaría coincidir de nuevo con esta orquesta. Tal vez regrese con otro proyecto"

Tras su llegada a la "soleada" Málaga, Newton, hospedado en el Hotel Don Curro, se encuentra en la ciudad con Paul Mann, "con quien ya había trabajado en la producción de distinto material orquestal". A lo largo de su diario, el compositor va narrando sus visitas a lugares como la Catedral y las sesiones de grabación, que se celebran en el local de ensayos de la OFM de 17:00 a 20:00 ("No se trabaja a primera hora de la tarde para respetar la observancia española de la siesta", escribe en su diario). Newton ofrece detalles de su trabajo con la OFM en estos días de septiembre con algunos apuntes reveladores. Antes de la primera sesión, Mann decide "sabiamente" grabar en primer lugar la Sinfonía nº 4 "a pesar de que sea notablemente más difícil que la Sinfonía nº 1". La grabación transcurre con normalidad y Newton alaba la "energía y entrega" de la orquesta en pasajes como el Scherzo malevolo, inspirado en Shostakovich, si bien en algún momento se refiere a la grabación del mismo como "la lucha que mantenemos contra la pesadilla del scherzo". Y añade: "En el clímax del scherzo hay un solo de percusión. El percusionista ruso [en referencia a Yuri Chugúyev] designado para esta parte parece no conectar lo suficiente como para aprovecharlo al máximo. Entonces, le sugiero que piense en sí mismo como un batería de rock, que ignore la cadenza escrita y lo haga todo por su cuenta. '¡Iron Maiden!', digo yo; '¡Jethro Tull!', dice él. Y así consigo justamente el efecto que deseo".

Con la Sinfonía nº 1 todo parece fluir con más naturalidad. Newton destaca que la OFM "ha encontrado el movimiento lento muy de su gusto", y alaba especialmente la aportación como violín solista de la concertino de la orquesta, Andrea Sestakova: "Ha hecho un trabajo muy bueno, pero no me sorprende dado que fue alumna de Leonid Kogan en Moscú". Después, hasta el día 23, más sesiones, almuerzos con Yuri Chugúyev y en el avión de vuelta a Inglaterra una sospecha: "Me encantaría coincidir de nuevo con esta orquesta. ¿Quién sabe? Tal vez vuelva algún día a Málaga con otro proyecto".

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