Una placa instalada junto a la puerta principal de acceso a la sede de la Subdelegación del Gobierno en Málaga recuerda desde este lunes las estancias veraniegas que Federico García Lorca pasó junto a su familia en este edificio entre 1918 y 1924, cuando el inmueble era el hotel Hernán Cortés. El poeta granadino dio testimonio de su impresión sobre la ciudad cuando dejó por escrito entonces que Málaga "es maravillosa".

La subdelegada del Gobierno en la provincia, María Gámez, descubrió la lámina que exhibe y destacó este vínculo del poeta con el el edificio en un acto en el que estuvo acompañada por el hispanista y experto en Lorca Ian Gibson."En este lugar de La Caleta, antes ocupado por el famoso hotel Hernán Cortés, Federico García Lorca, fervoroso admirador de Málaga, su mar y su gente, pasó con los suyos varias estancias veraniegas entre 1918 y 1924", reza el texto, que recoge unas fechas que ha ayudado a determinar el hispanista.

El edificio que alberga la sede de la Subdelegación del Gobierno en Málaga "está lleno de historia", recordó Gámez, quien ha añadido que su devenir se tratará pormenorizadamente en una conferencia que se va a celebrar en dicho inmueble el próximo 12 de marzo, con los historiadores Víctor Heredia y Jaime Aguilera. Pero este lunes, incidió, se han querido detener en resaltar y homenajear "la relación de García Lorca con el inmueble", subrayó Gámez, quien recordó "la admiración" que el poeta sentía por esta tierra.

Ian Gibson evocó las estancias de la madre del poeta en el Hospital Noble

Dos documentos localizados en el Archivo Manuel de Falla de Granada atestiguan esa fascinación del poeta por Málaga. Se trata de sendos escritos dirigidos al compositor gaditano, fechados en septiembre de 1923 y redactados por García Lorca durante su estancia en el antiguo hotel, en los que el autor de La Casa de Bernarda Alba invita a Falla a visitar Málaga lo antes posible. "Málaga es maravillosa y ahora ya lo digo dogmáticamente. Para ser un buen andaluz hay que creer en esta ciudad que se estiliza y desaparece ante el mar divino de nuestra sangre y nuestra música", escribió el poeta en un folio del hotel Hernán Cortés, donde también informaba a su amigo Manuel de Falla de que el día anterior había visitado Fuengirola, un paseo por el litoral malagueño que fue, según sus palabras, una "evocación de bandoleros y contrabandistas". Además de mostrar su apego por esta tierra, también alude al acento andaluz y a su "gracia y perfección". El segundo documento custodiado en el Archivo Manuel de Falla es una postal que muestra la vista hacia el mar desde el hotel Hernán Cortés, con la Farola de Málaga al fondo, y que escriben al alimón Federico García Lorca y su hermano Francisco. Ambos urgen a Falla a visitarlos en Málaga. "¡Al agua patos!", escribió Federico junto al mar, también en septiembre de 1923, para animar al compositor a materializar su viaje a la costa malagueña.

"Estos documentos desvelan la pasión que tenía el poeta por Málaga. Conoce perfectamente su esencia, su luz, su color, la alegría de vivir de esta tierra. Y parte de ese amor lo vive directamente desde este edificio, junto al mar, con su familia, y por eso queremos resaltarlo", indicó la subdelegada.

Por su parte, Gibson recordó esa "estrecha vinculación" de García Lorca y su familia con Málaga, donde "era más fácil llegar en tren que a la costa granadina en carro o luego en automóvil". Además, rememoró que el tío abuelo del poeta había tocado la bandurria en el Café de Chinitas; que otro tío, Francisco, estaba casado con una malagueña y las estancias de su madre en el Hospital Noble malagueño.