Cultura

Miguel Tores López de Uralde se asoma a lo perdido en 'La belleza'

  • El escritor malagueño presentó ayer en el Centro Andaluz de las letras su nueva novela, ganadora del último Premio Francisco Ayala

El encuentro entre un viejo poeta y profesor universitario y una estudiante que trabaja en una tesis sobre el mismo sirve de plataforma a Miguel Torres López de Uralde (Málaga, 1966) para armar su nueva novela, La belleza, que publica la editorial Musa a las 9 y con la que ganó a finales del año pasado la última edición del Premio de Narrativa Francisco Ayala. Torres presentó ayer su obra en el Centro Andaluz de las Letras en un acto que contó con la presentación de Sergio Barce, pero antes atendió a Málaga Hoy y apuntó que el título de su libro constituye, ciertamente, toda una declaración de intenciones "en cuanto aborda asuntos como la juventud, el arte y la poesía; pero, muy especialmente, la pérdida que entraña la memoria".

Es ahí, a lo perdido, a donde se asoma Miguel Torres en una novela que conserva buena parte de sus rasgos esenciales de escritor (la hondura de sus personajes, la riqueza de los matices y la tensión narrativa marca de la casa) pero que incorpora a su registro algunas singularidades significativas: "Es mi novela más teatral. No porque tenga muchos diálogos, que no los tiene, sino porque transcurre en pocos espacios y éstos son espacios pequeños, habitaciones en las que se concentra todo y en las que los personajes se sienten encerrados. Seguramente hay una influencia de Sándor Márai en todo esto". Este carácter íntimo se corresponde con el acuñado en otras novelas del autor como Los que esperan (2008), si bien la anterior, Sintecho (2013), con la que ganó el Premio Mario Vargas Llosa, se desarrollaba en gran medida en paisajes urbanos y abiertos: "Imagino que de forma inconsciente intento desligarme de lo último que he escrito cuando empiezo a escribir de nuevo. Pero no hay ninguna estrategia en esto, ni me planteo nada al respecto cuando empiezo a escribir: me limito a explicar lo que hay en mi cabeza, sin intentar anticipar a dónde me llevará. En este caso, La belleza es una novela de secretos, de gente que interroga y se hace confesiones. Y lo que cuenta, esencialmente, es que las personas que más preguntan también tienen a menudo bastante que ocultar", explica el escritor sobre el particular. Torres se aproxima además de manera abierta a la poesía "porque me interesa mucho la relación entre la creación literaria y la vida, que es de donde extraemos los escritores la materia de la que escribir. Hay quien dice que mi narrativa es poética, pero la verdad es que sólo escribí algunos poemas en mi adolescencia y ahí lo dejé. Ese ejercicio de condensación por el que se dice tanto con tan poco me produce mucho respeto".

La belleza se incluye en el catálogo de Musa a las 9, como es norma en la editorial, únicamente en formato electrónico, y su autor apostilla: "La sociedad no está aún preparada para el ebook, pero no va a tener más remedio que acostumbrarse. Ya hay literatura hecha para las redes, no para los libros". Así reina la emoción digital.

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