La experiencia ya es posible. El Museo Picasso ha presentado La energía hecha visible, la exposición que tiene en el Mural (1943) de Jackson Pollock su gran protagonista y que podrá verse hasta el 11 de septiembre. La monumental pieza, de seis metros de ancho por casi dos metros y medio de alto y verdadero emblema del expresionismo abstracto norteamericano, es el eje de un proyecto comisariado por David Anfam y organizado por la Universidad de Iowa, que llega a Málaga tras su paso por la Peggy Guggenheim Collection de Venecia y la Deutsche Bank Kunsthalle de Berlín y que reúne otras 41 obras del propio Pollock y otros artistas contemporáneos como Andy Warhol, Antonio Saura, Adolph Gottlieb, Roberto Matta, David Reed, Charles Seliger, David Smith, Frederick Sommer, Lee Krasner y Juan Uslé, además de una serie de fotografías de acción de los años 40 firmadas por Herbert Matter, Barbara Morgan, Aaron Siskind y Gjon Mili. Se trata de la primera ocasión en que el Mural, sometido a un profundo proceso de restauración en el Getty Institute de Los Ángeles durante dos años, puede admirarse en España, y dado su delicado estado también será, previsiblemente, la última. Tras su paso por Málaga llegará a la Royal Academy de Londres, donde será expuesto dentro de una gran muestra dedicada al expresionismo abstracto y donde será confrontado por primera vez con una de las últimas obras de Pollock, Blue Poles (1952).

El Museo Picasso se ha puesto a prueba a sí mismo para la materialización de una exposición formada por obras de enormes dimensiones, que queda completada con una sala dedicada al proceso de restauración del Mural, donde se detalla de manera pormenorizada (y donde también se proyecta un documental de 1958 sobre Jackson Pollock). Este jueves comienza en el museo, además, un seminario que a través de seis conferencias y hasta junio profundizará en el Mural y en su influencia.