Las obras del Museo de Málaga se trasladan ya del Episcopal al PTA

Las obras de arte que lucirán en el Museo de Málaga continúan su particular odisea, embaladas y a la espera de que la severa reforma del Palacio de la Aduana llegue a su fin. En noviembre de 2008, las piezas que se conservaban en el mismo fueron trasladadas al Palacio Episcopal para que pudieran comenzar las obras, y desde entonces han permanecido allí guardadas, con la consecuente imposibilidad de organizar exposiciones en el edificio de la Plaza del Obispo. Pero éste no era el destino definitivo del mayor patrimonio artístico de la ciudad: su permanencia en el Episcopal era sólo una solución pasajera hasta que estuvieran listas las naves del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) especialmente diseñadas para la conservación y restauración de los cuadros y esculturas. Pero el compás de espera se prolongó más de lo previsto (se dio entonces un plazo no superior a seis meses para la custodia en el Episcopal) y las naves no se han terminado hasta ahora. Finalmente, el pasado lunes empezó el traslado de las obras desde el Palacio del Obispo hasta el PTA, en una mudanza que se prolongará al menos durante el resto de esta semana y toda la siguiente.

El delegado provincial de Cultura de la Junta de Andalucía, Manuel Jesús García Martín, explicó que las naves del PTA "reúnen todas las condiciones de seguridad, tanto en lo referente a la protección como en cuanto a las condiciones de humedad y mantenimiento" para la óptima conservación de las obras. El delegado anunció además que estos equipamientos no se quedarán en un mero estanco momentáneo hasta la apertura del Museo de Málaga, sino que funcionarán como "un centro de colecciones de arte, con equipos permanentes para la conservación y restauración. En principio se trabajará así al menos hasta que se inaugure el museo, pero esperamos que pueda seguir operativo después". Aunque la mudanza se realiza actualmente bajo estrictas medidas de seguridad, una vez que estén depositadas todas las obras en el PTA se hará una presentación pública de estas instalaciones. "Esperamos que podamos hacerlo cuanto antes, aunque todavía está pendiente la licencia de apertura que tiene que conceder el Ayuntamiento para que el centro pueda funcionar plenamente como tal".

La salida de los cuadros del Palacio Episcopal tiene una consecuencia inmediata para este edificio: el desahogo de sus dependencias, que, una vez libres, podrán volver a acoger exposiciones. Desde noviembre de 2008 la ciudad ha tenido secuestrada una de sus primeras áreas para la exhibición del arte con víctimas muy concretas, como una ambiciosa muestra dedicada a la pintura figurativa que se desarrolló en Málaga durante los años 80 comisariada por Tecla Lumbreras, que había sido anunciada para su instalación en el Episcopal y que finalmente tuvo que ser derivada al Centro Cultural Provincial. El centro será además uno de los ejes del programa de actividades picassianas que, organizado por la Junta de Andalucía con la participación de todas las instituciones públicas, celebrará desde este 2010 hasta 2012 los veinte años de la exposición Picasso clásico, que acogió en 1992 precisamente el Palacio Episcopal y que sirvió de génesis al Museo Picasso Málaga.