Museo Picasso

El Museo Picasso de Málaga dedica una sala de su colección a las cerámicas del artista

  • El centro exhibe diecinueve cerámicas y tres pinturas creadas entre 1931 y 1962

La sala con las cerámicas del Museo Picasso Málaga.

La sala con las cerámicas del Museo Picasso Málaga. / MPM

El Museo Picasso Málaga ha acondicionado una de sus salas para acoger diecinueve cerámicas y tres pinturas que el artista malagueño creó entre 1931 y 1962, dentro del nuevo montaje de la colección permanente inaugurado el pasado junio.

Entre 1946 y finales de los 60, Picasso se instaló en el sur de Francia, cerca de sus raíces mediterráneas, donde profundizó en la cerámica, que se convirtió en una vía de gran descubrimiento artístico, y el artista infundió así una nueva vida a un arte milenario que logró hacer plenamente suyo, según recordaron este martes desde el museo. Además de dichas cerámicas y pinturas, la sala XII del Palacio de Buenavista exhibe en formato digital el cuaderno de dibujo La Californie, con veintidós dibujos a tinta china, lápiz, grafito, carboncillo y gouache sobre papel vitela, que Picasso realizo en Cannes en 1956, en su mayoría retratos en el estudio de La Californie o apuntes de la naturaleza.

Una gran fotografía de Picasso junto a un búcaro de la colección del museo, que está presente en la sala, tomada en 1947 por Michel Sima, preside este recinto polivalente que podrá asimismo ser empleado para organizar conferencias y eventos especiales. Platos de arcilla ilustrados con cabezas de cabras, rostros humanos y faunos, jarras con forma de búhos o insectos, placas, tejas y ladrillos se muestran junto a tres óleos, recreando temas presentes en toda la obra picassiana.

El museo presenta también una publicación bilingüe sobre la nueva ordenación de la colección permanente

Picasso aprovechó el volumen de las lozas para, al pintar sobre ellas, proporcionarles un nuevo significado que, sin embargo, mantiene reconocible el uso para el que habían sido creadas. Así, en Búho con cabeza de fauno (1947) el vertedor y las asas de este jarrón se convierten en el pico y las alas del ave, y esas asas son también los cuernos de un fauno. O transforma un gus, vasija típica de la Provenza francesa para guardar agua, en un Insecto (1951) al ensamblar seis asas laterales y pintarle ojos, patas y alas.

Gran conocedor de la cerámica tradicional española, Picasso trabajó sobre obras de artesanos e incluso sobre piezas y escombros desestimados por las propias alfarerías: vasijas, platos, baldosas, jarrones, azulejos o bandejas, y pintó sobre ellos creando una singular combinación de tradición y modernidad.

Además de acondicionar esta sala, el Museo Picasso presenta ahora una publicación tanto en español como en inglés sobre la nueva colección permanente, con 162 obras del artista que se suman hasta 2023 a las 233 de la colección propia de la institución.

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