Cultura

Nuria Barrios gana el Premio Málaga de Ensayo con un "canto de amor a la traducción"

  • El oficio de la traducción "pone un foco apasionante sobre el oficio de la vida", según la autora

Nuria Barrios gana el Premio Málaga de Ensayo con un "canto de amor a la traducción"

Nuria Barrios gana el Premio Málaga de Ensayo con un "canto de amor a la traducción"

La escritora y traductora madrileña Nuria Barrios ha sido la ganadora del decimotercer Premio Málaga de Ensayo con La impostora. Cuaderno de traducción de una escritora, una obra que, según la propia autora, es "un canto de amor al lenguaje y al oficio de traducir".

"Es un cuaderno personal sobre la traducción, pero sobre todo un canto de amor al lenguaje, que nos construye y nos destruye; a la imaginación, que está en la raíz del arte y de nuestra vida, y al oficio de traducir, que tiene esa capacidad de ser imagen del mundo y de nosotros y, al mismo tiempo, de ser una aguda herramienta de interpretación del mundo y de nosotros", ha afirmado Barrios este lunes en el acto de lectura del fallo del jurado.

Ha precisado que "se tiende a pensar que la traducción es algo muy concreto, que hace referencia a algo muy preciso, pero basta pararse a reflexionar para darse cuenta de que la vida entera es traducción".

"Desde que venimos al mundo, nuestro proceso de crecimiento es interpretar quiénes son los otros y nuestra relación con los otros, con el mundo y con nosotros mismos", ha añadido.

El oficio de la traducción "pone un foco apasionante sobre el oficio de la vida", según Barrios, quien espera que su texto "pueda ser leído así, como un ensayo que atañe a todos como lectores".

La obra ganadora "se inscribe dentro de una tradición de ensayo literario", de acuerdo con su autora, que está "convencida" de que, "en el mundo del ensayo, desde la segunda mitad del siglo XX las mujeres están abriendo un camino inédito a lo que es el género ensayístico".

"En este camino tiene una presencia muy clara la corporalidad y la reflexión, y hay un discurso lleno de carnalidad y de reflexión y un discurso intelectual lleno de corporalidad", ha agregado Barrios.

Entre otros aspectos, su ensayo aborda el asunto "polémico y controvertido" de "si son mejores traductores los escritores o los traductores profesionales".

"Yo no doy una respuesta tajante. Creo que, para traducir, es preciso ser un magnífico lector, un lector muy incisivo, y si además de eso tienes la herramienta del lenguaje, un dominio del lenguaje, todo ayuda", considera.

En su caso personal, siempre ha pensado que su oficio de escritora le permitía enfrentarse "a las dificultades que encierra una traducción, que a veces son muy grandes".

"Cuando hay que tomar soluciones creativas que requieren mucha audacia y mucho tino, tenía confianza en mi oficio. La audacia forma parte del oficio de escritora, y eso me lo ha facilitado", ha insistido.

Sobre el título de La impostora, explica que el ensayo "empieza hablando de la máscara, por el hecho de que en la traducción no solo te enfrentas a una lengua extranjera, y lo que hace la traducción es convertir la lengua propia en una lengua extraña, en este caso para la traductora".

"La traducción es interpretación, las palabras tienen múltiples sentidos y es preciso elegir. Cuando uno se enfrenta a esa multiplicidad de interpretaciones, de repente la traducción te remite al magma original del lenguaje, que es la posibilidad infinita de elegir", ha dicho.

Según Barrios, "eso convierte cada decisión en un camino que es el de una máscara, el de una posibilidad, y tiene cierta forma de impostura el rol que estás jugando, pero como todos los roles que tenemos en la vida, requieren una cierta impostura, que no tiene una connotación negativa, sino de vértigo ante la necesidad de elegir".

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