"No es una película discursiva, militante, a favor de una posición", advierte el director Pablo Giorgelli sobre su último trabajo, Invisible, que compite en la sección oficial del Festival de Málaga Cine en Español. En esta cinta el director trata, a través de los ojos de Ely, -una joven de 17 años embarazada- hablar del desamparo de los adolescentes, en un contexto social que provoca su soledad y en un Estado donde abortar es ilegal.

Para el director se trata de una película que le costó mucho hacer debido a los temas que aborda: una adolescente embarazada, el aborto ilegal y una sociedad fracturada. Dos años de ese lustro los dedicó a la investigación y la escritura del guión, explicó ayer en una rueda de prensa en el Teatro Cervantes de la capital malagueña.

Mora Arenillas consigue comunicar sin palabras y permite "pensar" junto a ella

"Para mí la película tiene varios niveles de lectura", precisó. Así, habla del tipo de sociedad que genera adolescestes como la protagonista, interpretada por Mora Arenillas; de su conflicto interno y del desamparo que siente con el Estado, su madre y el instituto, pero también existencial, porque "ya no se es un niño, pero tampoco un adulto".

Para ello ha querido contar la película desde el personaje -sentía que no podía "intervenir"- y tratar de entender a Ely desde su mirada. "Quería, de algún modo, convertirme en ella. De algún modo se completa con el que la ve", apuntó. "Hago lo que la película necesita y no lo que podría generar en un hipotético espectador", afirmó.

En este sentido destacó el trabajo que hizo Arenillas. Aunque le gustó desde un primer momento en un casting "larguísimo", tenía por entonces 15 años, motivo por el que la rechazó en un primer momento. Al continuar el proceso y no encontrar a nadie para el papel de Ely volvió a llamarla ya con 17 años. "Es una actriz realmente increíble", subrayó, pues "maneja y entiende el poder comunicar sin palabras. Cuenta un proceso interno en el que ella intenta entender algo. La película no sería lo mismo sin Mora, es el alma de la película", resaltó. Los silencios que crea permiten al espectador "pensar junto a la protagonista".

En el desarrollo de la trama la joven toma una decisión que el director considera fruto del "miedo" y de la falta de la legalización del aborto, por lo que aseguró que no está de acuerdo "para nada" con una lectura a favor del sector en contra de la legalización. Independientemente de la película -incidió en que la cinta no juzga a su protagonista- se posicionó a favor de la despenalización del aborto, un asunto que considera de salud.