Pasión Vega: “El misterio en un artista es muy importante”
Cantante
Inició su gira el 7 de marzo y, los próximos días 20 y 21, tiene una cita con el público de Madrid. Un presente por el que Pasión no deja de dar, como en su último disco, un ‘Gracias a la vida’
Su mirada es chispeante. Como su risa. En realidad, igual que todo en ella. No en vano su nombre artístico es Pasión, auténtica filosofía vital sobre la que asienta una producción discográfica que completa ahora con su personal homenaje a la música hispanoamericana. Sobre dicho repertorio, al que pertenecen títulos inolvidables como Distancia, Noche de ronda o En esta tarde gris, ha querido hablarnos una intérprete que, poco a poco, cada vez traspasa más fronteras. De hecho, Chile y Buenos Aires la esperan con impaciencia para que, muy pronto, también enamore con su dulzura allende los mares…
–Echando un vistazo a su expansión actual me asalta la duda de si, igual que sucedió con Rocío Dúrcal, los latinos no terminen “robándonos” a Pasión Vega…
–Más bien es compartir, ¿no? (risas). No te preocupes... Para mí es muy importante Andalucía y, mientras sepa que voy a regresar donde tengo mi hogar y mi inspiración, no hay problema.
–Sea como sea, los suyos deben sentirse muy orgullosos de usted, ¿verdad?
Yo creo que sí, que están contentos (risas). Ellos conocen los entresijos y las tripas del teatro y los momentos difíciles que se pasan con lo que, imagínate cuánto supone para mí devolverles todo ese cariño y que puedan escuchar grabadas en mi voz canciones que siempre han admirado.
–¿Cómo valora, ya que la menciona, contar con esa garganta privilegiada? ¿Se trata de un regalo de la naturaleza, de Dios…?
–Es un don con el que se nace. No he estudiado canto pero sí he tenido una familia muy musical. Eso te crea interés, te fijas en otras figuras, te disfrazas para hacer un numerito y, un buen día, entras en este mundo. Ahora bien, es una virtud que, ejercitándola, se puede mejorar.
-¿No sopesa la posibilidad de descendencia a la que pasar su legado? ¿Alguien que siga sus pasos?
Me encantaría tener hijos porque me vuelven loca los niños. Sin embargo, no me empeñaría en que se dedicaran a lo mismo mío. En todo caso, que se decanten por aquello que más felices les haga… De lo que no estoy segura es de que, una vez que crezcan –y empiecen a traer problemas–, me vaya a arrepentir (risas)…
–¿Cuál ha sido su secreto para mantenerse sin rendirse a ninguna publicación rosa?
–No creo que sea de interés la vida privada que tenga cada uno. Prefiero que la gente me conozca por mi profesión. El misterio en un artista es muy importante. Cuanto menos se sepa, mejor.
–Ya que reside en Cádiz -la tierra de los carnavales-, ¿lleva puestos usted muchos disfraces ?
–¿Literalmente? (risas)… Creo que no. A veces puedo llevar un caparazón pero, si rascas un poquito, enseguida aparece Ana. Claro que, antes era más extrovertida…
–¿La inocencia que se va yendo, tal vez?
Sí… ¡Espero no perderla del todo! (risas).
–A propósito, ¿qué desapasiona a Pasión Vega?
Supongo que, como a todos, la indiferencia, que no te hagan caso, ser invisible...
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