Cultura

Pedro de Mena vuelve a Málaga con una exposición antológica

  • El Palacio Episcopal y la Iglesia Catedral acogerán hasta julio más de 100 obras del imaginero granadino

Imperturbables al paso de los años, las imágenes que coronan la sillería del coro de la Catedral de Málaga son objeto de admiración de quienes las contemplan. Ya sean malagueños o visitantes, entre sus numerosos santos queda el recuerdo que la gubia proporcionó devastando la madera de unas manos que ya son prodigio y forman parte de la historia del arte. Pedro de Mena y Medrano, imaginero granadino, afincado en Málaga durante parte de su vida, discípulo de su padre Alonso y progenitor de sus hijas Claudia y Andrea, quienes siguieron su estela, volvió a Málaga para reunir sus obras en una muestra que forma parte de los hitos culturales y religiosos del año.

La expectación se dejaba sentir desde hace un año, cuando el Obispado anunció la apertura de esta muestra con más de 100 obras que se reparten entre el espacio expositivo Palacio Episcopal y la Catedral de la Encarnación. Desde grandes piezas venidas desde Valladolid y Toledo hasta obras de colecciones particulares, las imágenes se reparten en salas temáticas para conocer de primera mano el trazo, los colores y la expresión que otorgaba el imaginero a sus producciones.

La apertura de la exposición centra la mirada del espectador en algunas piezas conocidas en la capital, como los Reyes Católicos que escoltan a la Virgen de los Reyes que se venera en la Catedral, o las desaparecidas tallas de la Virgen de Belén y el Cristo de la Buena Muerte, presentes en reproducciones coloreadas. El siguiente espacio pasa por la figura de María como Inmaculada Concepción, con piezas provenientes de distintos puntos de la geografía.

La inauguración la presenciaron el Obispo de Málaga, el Arzobispo de Granada, el ministro de Cultura y la consejera de la Junta, entre otros

La parte alta del Palacio Episcopal permite al espectador seguir la vida de Cristo desde su nacimiento e infancia, acompañado de San José y la Virgen María. Un segundo espacio transforma la escena para dedicar la muestra a uno de los elementos más característicos de la producción de Pedro de Mena: las imágenes de medio cuerpo de Jesús, en actitud sufriente como eccehomo, y las de la Virgen María en actitud orante o doliente bajo los mantos azules de líneas rectas que definen parte de su producción destinada a los oratorios privados y capillas de templos.

Entre las tallas más destacadas, y ocupando un espacio rodeado por arquitectura efímera, el Crucificado de la Catedral espera para finalizar el ciclo de imágenes de Cristo, al que el obispo Catalá denominó en la presentación como "el Cristo de Mena", toda vez que la talla de la Buena Muerte es obra de Palma Burgos. A ellos se unen los seguidores de Cristo que el imaginero granadino realizó, con especial atención al San Francisco de Asís de la Catedral de Toledo y a la Magdalena Penitente, ubicada en una sala circular creada ex profeso para la ocasión de esta pieza del Museo del Prado.

La inauguración de la exposición contó con la presencia del Obispo de Málaga y el Arzobispo de Granada, que contará con una pequeña muestra sobre Mena en los próximos meses, así como con el ministro de Cultura, José Guirao, quien destacó en la presentación que "esta exposición resume toda una época de mi vida como gestor cultural, muy marcada por los malagueños" dado que hace 30 años se realizó una primera muestra sobre el autor del siglo XVII. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, señalaron la exposición como elemento dinamizador y conservador del arte sacro en Málaga. La muestra está patrocinada por la Fundación Unicaja, Unicaja Banco, el Ayuntamiento de Málaga y la Diputación.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios