Puerta grande para Calamaro
Sala París 15. Fecha: 13 de mayo. Músicos: Andrés Calamaro (voz, guitarra y teclado), José 'El Niño' Bruno (batería), Julián (guitarra), Diego García (guitarra), Candy Caramelo (bajo) y Alfonso 'Al' Pacino (piano). Aforo: Unas 1.200 personas (unos tres cuartos de entrada).
En el minuto cero el público ya estaba rendido a sus pies. En el minuto dos, los acordes de Alta suciedad desataban la locura. Al cuarto de hora sonaban Los Rodríguez con Todavía una canción y la sala París 15 se venía abajo. Después, todo se paró para respirar por primera vez. La música se detuvo por un instante y la ovación fue generalizada. Los asistentes coreaban un nombre: Andrés. Y Calamaro, con sus gafas de sol de siempre avanzó en el escenario e hizo un gesto torero para dedicar sus primeras canciones al tendido. "Ya saben: José Tomás, 23 de junio, Valencia", subrayó el argentino.
Dicen que el toreo del diestro de Galapagar se basa en el valor, el compromiso, la regularidad, la cercanía al toro. Y que con eso tiene todas las aptitudes para el mejor toreo al natural. Calamaro también. Haciendo del escenario su hábitat más cómodo, el músico argentino va sorteando los embistes con muletazos en forma de canciones, con acordes que debilitan el poder ajeno, con sonidos que evocan pasiones y se vuelven irracionales. Porque lo de Calamaro es como ser fan del Barça o del Madrid. Da igual que saque un disco con un centenar de canciones o que haga cosas incomprensibles. Seguidores de bandera que le adoran y llevan su música clavada en el pecho. Donde los escudos.
A la hora de faena parecían haber pasado días. Probablemente, la París 15 nunca habrá sonado mejor. Y difícil será que vuelva a repetir momentos como cuando las guitarras y las baterías más contundentes hacían de las suyas o cuando el figura se quedaba a solas con el piano. Una cuadrilla única. "Yo soy el jeque del Málaga", decía más tarde a unos fans que subían los decibelios una y otra vez coreando al músico, que apenas acaba de empezar la gira Salmonalipsis Now que le llevará por media España en las próximas semanas.
Se escucharon referencias al Salmón y a temas actuales de discos como On the rock, pero en el concierto aparecieron más los clásicos de siempre. Una suerte de canciones de hace años, de otra época. Himnos para una legión de seguidores que se sabía cualquier letra. De Crímenes Perfectos a Flaca, de Naranjo en flor a Miami, de Cuando te conocí a Siete segundos, de Mi propia trampa a Sin documentos. Ni un solo sablazo, aunque quedaran fuera cientos de temas. Se presenta difícil saber cómo decide Calamaro las canciones que forman los shows de cada tarde. La lista es tan larga que podría hacer la gira con conciertos completamente distintos. Bueno, sí que tendrían algo en común: de todos saldría por la puerta grande.
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