Cultura

Puro Theatro

  • Ayer abrió sus puertas en el centro el Theatro Club, un nuevo espacio multidisciplinar para el jazz, el flamenco, el cabaret y el humor

"Nos hemos reunido en este loco y antiguo teatro para pregonar nuestra pasión de vivir y huir de la multitudinaria sabiduría de las calles", recitaba el más poeta maldito que estrella del rock, Jim Morrison. A grandes rasgos, fue lo que ocurrió anoche en Theatro Club, un nuevo local nocturno de Málaga con una propuesta alternativa, multidisciplinar y canalizada por la estética de un antiguo teatro... bastante loco.

Detrás de este proyecto se encuentran dos profesionales de la noche malagueña y de la cultura: Fran Rambla, gerente de locales como la sala Gold o Wengé y Javier Boxó, un veterano de la gestión cultural malagueña. Juntos, forman un tándem que pedalean con nocturnidad y a compás de la cultura en cualquiera de sus formas. Teatro, burlesque, cabaret, conciertos, recitales, jazz son sólo algunas de las disciplinas que tendrán cabida sobre un escenario dúctil como pocos. Su propuesta no tiene parangón, llevan varios años apostando por esta idea innovadora y con ella están decididos a revolucionar la noche malagueña. Y es que algo parece que estar tambaleándose en Theatro Club, la prueba inequívoca es que durante el encuentro con Málaga Hoy el teléfono de ambos propietarios no paró de sonar e ningún momento. "Desde que anunciamos la nueva sala, nos han llegado propuestas de todo tipo, no sabíamos que en Málaga hubiera tantos artistas: compañías de teatro, danza... Mira, me llama Javier Ojeda, que también esperamos actúe en el programa de conciertos de Theatro Club", apunta Boxó mientras responde al teléfono del cantante de Danza Invisible.

Abrir las puertas del gran salón produce una catarsis inmediata. Sus propietarios no se han conformado con crear un nuevo (y necesario) espacio cultural en Málaga que de cabida a disciplinas tan huérfanas como son el jazz, el flamenco o el cabaret, sino que han apostado por cuidar al detalle cada rincón del habitáculo. Las lámparas de cristal, los palcos y la ambientación al más puro estilo belle époque, encierran al espectador en una cápsula del tiempo que nadie recuerda haber vivido, y que sin embargo, resulta propia. Y todo a un palmo de la plaza Mitjana, en pleno centro.

Nadie dijo que los teatros tuvieran que ser espacios exclusivamente amplios. El de Rambla y Boxó sacrifican esa condición de anfiteatro por tener, en cambio, un espacio reducido que de cabida a un espectáculo más intimista además de versátil; y es que la sala cuenta con un escenario hidráulico que hará las veces de pista de baile cuando la situación lo precise. Esta flexibilidad del espectáculo, explican, estará condicionada también por el aforo del recinto: "Habrá eventos que requieran que todo el mundo esté sentado con una capacidad de unas 100 personas, mientras que sin sillas, otras funciones darán pie a que entren unas 250", apunta Rambla.

Aunque las actividades no comenzarán hasta enero, Theatro Club tiene un programa definido que incluye los primeros retazos de una fiesta ininterrumpida de lunes a domingo, hasta bien entrada la madrugada. En la agenda preliminar, destaca un programa de Escenario Abierto dedicado a artistas emergentes procedentes de la Escuela de Arte Dramático, el certamen cultural MálagaCrea o pequeños colectivos independientes; además un Ciclo de Cortometrajes en enero con el que pretenden acoger particulares cortoforum. "Cualquiera que tenga una propuesta interesante, se le ofrecerá este escenario para que vayan cogiendo tablas en su recorrido artístico", señala el gestor cultural. La otra cara de la moneda: la de los artistas reconocidos que también tendrán cabida en espacio. El teatro contará con la presencia de varios monologuistas de Paramount Comedy, como Pedro Reyes o La Vikinga. En cualquier caso, la programación aún no está cerrada. "Nuestra idea es formar parte del circuito de eventos culturales de Málaga", explica Javier Boxó, "por ejemplo, si algún artista visita La Térmica o el CAC, queremos darle esa continuidad nocturna y que terminen pasándose por el Theatro Club".

Las comparaciones, además de odiosas, son inevitables. Y casualidad o no, el formato es bastante parecido a un espectáculo que lleva dos años de éxito en Málaga: The Hole. "Sí es cierto que tenemos algunos espectáculos en común con The Hole, como la noche de los miércoles que tiene el cabaret erótico y el burlesque como temática. Pero nuestra oferta es más amplia y permanente".

Todavía azotados por un 21% de IVA en el sector, sus propietarios abogan más bien por una crisis pedagógica en la que durante algún tiempo, Málaga era víctima de una escasez escénica y de un público fiel interesado por dicha disciplina. No obstante, esta tendencia, parece cambiante. "Estamos observando un cambio en Málaga, sobre todo entre la gente joven. La situación va mejorando gracias a la labor que realizan centros como el CAC, La Térmica y otras iniciativas culturales. La gente tiene ganas de arte, de ver espectáculos en directo y sumarse a otras disciplinas", explica Javier Boxó.

Aquel Rey Lagarto (al que algunos llamaban Jim Morrison), en su poemario, dilucidaba por aquel loco y antiguo teatro, y sin embargo, encarecidamente necesario. Locos o no, ambos propietarios se muestran optimistas con una nueva tendencia que está naciendo en Málaga. Y apuestan por la cultura, cuando prácticamente nadie apuesta por nada.

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