Raúl Obregón: "La música no puede desaparecer, tiene que sobrevivir"

Doce años como corista le han dado las tablas suficientes para enfrentarse a su primer trabajo en solitario. Y es que Raúl Obregón ya cuenta con una larga experiencia a sus espaldas tras haber acompañado a el grupo El Barrio desde el año 2000 hasta su última gira.

Con su primer disco, Siénteme, pretende plasmar sus inquietudes musicales fusionando el flamenco con otros estilos como el soul, funky o jazz, de los que se ha nutrido desde muy temprana edad. Se trata, por tanto, de un trabajo muy elaborado en el que ha estado inmerso durante tres años. La grabación de este primer LP se ha realizado entre Sevilla, Barcelona y Los Ángeles y ha contado con la participación de músicos tan relevantes como Jesús Lavilla, Alex Carvallo, Nene Vázquez o Keko Baldomero.

Todo este proceso ha quedado recogido en 11 temas muy cuidados, en los que el autor ha compuesto letra y música para muchos de ellos. Las letras de sus canciones tratan temas variados que buscan la identificación con el público. "Cuando el público consume cultura, debe evadirse de lo cotidiano y con mi disco les doy esa alternativa", comenta Raúl Obregón.

El artista gaditano ya se encuentra inmerso en la promoción de su trabajo y, además, prepara una gira de conciertos que se iniciarán en breve. El artista ofrecerá conciertos en acústico y otros con banda grande que incluye batería, piano, percusión, metales y guitarra. El artista asegura que se trata de un show muy desarrollado con un sello de soul muy vintage y enfocado a reservar la esencia clásica del flamenco. Un género que, según el autor, ha estado mucho tiempo marginado y empieza ahora a ser valorado por su reconocimiento internacional.

Su vocación por la música le ha llevado a asumir este riesgo en tiempo de declive constante. Según el artista "la música no puede desaparecer, tiene que sobrevivir". Por ello, con esta nueva propuesta musical pretende dar una vuelta de tuerca al panorama musical, en el que considera que actualmente carece de implicación y calidad, primando la música comercial en detrimento de trabajos más innovadores.