Música El regreso de una banda insólita en los años 90

Raw Deal, diez años vista

  • Pionero en su género, el trío malagueño de 'rockabilly' se reencontró anoche en el pub Drunk-O-Rama una década después de su fulgurante carrera en Europa

La casualidad promueve encuentros insólitos y la música los alimenta. Quién le iba a decir a Carlos Jiménez, Miguel Serrano y Mané Galisteo, o lo que es lo mismo Raw Deal, que diez años después se reencontrarían sobre un escenario. En Málaga y con el mismo argumento: demostrar en un directo acústico que el rockabilly sigue vivo. En los años 90 su sonido sorprendió a propios y extraños al presentar un género en desuso. "En España por aquella época se esperaba de todo menos esto", sentencia Miguel Serrano, vocalista del grupo. Anoche el pub Drunk-O-Rama apostó por la validez de la propuesta con un concierto inesperado, incluso para sus protagonistas.

La cita de ayer estaba reservada en un principio para la presentación del primer disco en solitario de Carlos Jiménez (uno de los guitarrista de Raw Deal). Pero un par de telefonazos bastaron para que sus compañeros de banda, uno residente en Manchester y el otro en Madrid, acudieran a la llamada de la música. Casualmente los tres estaban estos días por Málaga y, por qué no, la excusa merecía un revival en condiciones. Internet se encargó de convocar a sus seguidores (bienvenido Myspace) y ayer, a las 21:00 Raw Deal resucitó por una noche.

Cuando el trío irrumpió en escena, el país seguía otros derroteros. La fiebre indie y grounge se apoderaba por entonces del público alternativo, y el sonido de los años 40 y 50 en inglés que ofertaba Raw Deal no tenía nada que ver con las modas. Comenzaron a dejarse oír por los bares de calle Beatas, grabaron una maqueta casera y comenzó una promoción casi artesanal.

Por aquel entonces la Red aún no era el todopoderoso actual y la banda se daba a conocer entre discográficas a través del teléfono, el correo ordinario y las llamadas a la puerta con una maqueta bajo el brazo. Consciente de estar vendiendo un producto inusual en el mercado, Raw Deal se veía obligada a aderezar su propuesta. "Vendíamos los bolos diciendo que también hacíamos un poco de jazz y swing para que colara", recuerda Serrano.

Un sello independiente de Barcelona, Aleluya Records se fijó en los malagueños, les grabó el disco Have bop will travell y les llevó de gira por Escandinavia. Poco a poco Raw Deal se fue granjeando el favor de público y crítica especializada, que la llegó a calificar como la mejor banda de rock&roll del momento en España. Su repertorio de temas propios y versiones de clásicos de Sun Records ( la mayor discográfica americana en su género), con dos guitarras y un contrabajo llegó a oídos cercanos a Robert Gordon y el rockero inglés les fichó como teloneros para una gira por Suecia y Finlandia.

Del 94 al 98 Raw Deal disfrutó de sus años dorados, conmutaron su nombre por el de Latin Hillbillies, para pasar luego a mejor vida. La idea de dejarlo todo, recorrer Europa en una furgoneta y vivir de una imprevisible fama no les convencía demasiado. El trío se disolvió y cada uno se marcó un nuevo rumbo, eso sí con el rockabilly en la memoria.

La efemérides ha querido ahora que Carlos, Miguel y Mané revivan el aplauso de un público que nunca olvidó su gesta.

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