La exposición Picasso Dionisiaco reúne, por primera vez, 22 obras de Pablo Picasso que abordan su relación con el vino y que ayudan a explicar la relación del pintor malagueño con el mundo clásico y los dioses Baco y Dioniso. El Museo Vivanco de la Cultura del Vino, situado en Briones (La Rioja), atesora entre sus fondos todas estas piezas, 19 cuadros y tres cerámicas, pero en su exposición permanente solo hay algunos, por lo que, desde hoy y hasta mediados de junio de 2019, hay una ocasión única para ver juntos estos trabajos picassianos.
Picasso Dionisíaco ahonda en la figura del artista y su proceso creativo y busca causar una reacción emocional en el espectador, para lo que también se reproducen frases con las que Picasso explicaba su forma de ver la vida, el placer o el trabajo artístico, lo que permite conocer una parte de su personalidad y su forma de entender el mundo clásico. Un mundo lleno de faunos, minotauros, mitos y dioses, entre ellos el del vino, el hijo de Zeus, Dionisio, que para Picasso fue un tema recurrente, en el que trabajó durante décadas y creó unas obras que ahora salen a la luz en este museo riojano, declarado, en 2007 por la Unesco, como el mejor del mundo en su categoría. "La muestra aborda cómo interpretaba Picasso el mundo clásico y su relación con Dioniso", detalló el director del museo, Eduardo Díez Morrás.
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