Santiago Segura desnuda a Torrente en el Museo Picasso

Quizá alguno pusiera objeciones a la decisión de llevar a Santiago Segura al Museo Picasso, pero la taquilla de Torrente 4 bien vale un atentado semejante. Poco después de que los productores de FAPAE anunciaran que el cine español había registrado en taquilla en lo que va de año un crecimiento del 134% respecto al mismo plazo de 2010 gracias, fundamentalmente, al efecto Torrente, el artífice del invento vino a presumir de éxito al Festival de Málaga para inaugurar el ciclo Encuentros con el público (que hoy recibe a Maribel Verdú, de nuevo en el Picasso). Y también, claro, a regalar a sus incondicionales algunas claves y anécdotas de su criatura. La organización temía que la situación se desbordase y que el auditorio se quedara pequeño, incluso algún incidente parecido al que hace algunos puso en jaque las relaciones entre el Festival y el Museo Picasso, luego felizmente recuperadas. Afortunadamente, el aforo del auditorio de la pinacoteca se llenó de manera limpia.

Después de regalar un buen número de poses a cuenta de la camiseta en la que volvía a promocionar Torrente 4, Segura comenzó su intervención al ser preguntado por si era consciente del éxito de su obra, sin parangón en toda la historia del cine español. El actor y director respondió que, ante todo, era consciente de la veteranía de su agente de policía, en el que se acumulan gran parte de los estereotipos adjudicados a la españolidad: "Lo que me parece mentira es que ya llevo trece años con Torrente, es increíble todo lo que he vivido junto a él". Segura se deshizo en elogios con el reparto de Torrente 4 (en el que figuran, entre otros, Kiko Rivera, Belén Esteban y Ana Obregón) y confesó su admiración hacia los grandes maestros del cine español.