"Me gusta la actuación minimalista, expresar con lo mínimo"

Mercedes Morán | Premio Retrospectiva Málaga Hoy

La actriz argentina es la ganadora del Premio Retrospectiva Málaga Hoy del Festival de Málaga

La actriz argentina Mercedes Morán.
La actriz argentina Mercedes Morán. / M. H.

La actriz argentina Mercedes Morán (Concarán, 1955) es la flamante Premio Restrospectiva Málaga Hoy del Festival de Málaga el año que este cumple un cuarto de siglo. Desde que entrase al mundo del teatro, casi por equivocación, mientras cursaba la carrera de Sociología bajo el mando militar en Argentina quedó prendada del oficio. Se dio cuenta entonces que eso de subirse a las tablas de un teatro no estaba reñido con la introversión, sino que trataba de estudiar a las personas, “hay más antropología en Shakespeare que en una carrera universitaria completa”.

Tras esta primera toma de contacto con el teatro, no ha dejado de trabajar, desarrollando su carrera además en cine y televisión. Ha rodado bajo la batuta de directores como Larraín y ha sido premiada hasta cinco veces en los Martín Fierro, uno de los galardones más prestigiosos del cine argentino, además de por el Festiva Cine del Mar del Plata o la Asociación Argentina de Críticos de Cine. En 2019 fue invitada como jurado en el Festival de Cine de San Sebastián. Atiende a Málaga Hoy por teléfono desde Mendoza, en la cordillera argentina, mientras rueda una nueva película.

Cuenta con una carrera dilatada, ¿cómo ha cambiado el oficio desde que empezó hasta hoy?

Para mí no ha cambiado mucho. Sí he sido contemporánea a la evolución de los textos en cine y teatro o la aparición de nuevos directores con los que he tenido la oportunidad de participar en muchas operas primas, lo que me encanta porque creo que es una experiencia irrepetible para la directora o el director. Más allá de eso, para mí la tarea de la actuación se mantiene intacta, es la búsqueda de lo verdadero. A mí me gusta la actuación minimalista, hacer ese laboratorio de expresar con lo mínimo.

Sí se ha debido notar el feminismo y el Me too.

Por supuesto, ha sido un antes y un después. Estamos construyendo una nueva forma de relacionarnos en el trabajo y en la vida. Estamos en proceso de desnaturalizar lo que no era aceptable y teníamos infelizmente aceptado.

Ha afirmado en varias ocasiones que siempre ha sido feminista aunque no lo sabía.

Sí, he vivido una ola importante en Latino América en la que he participado. Primero fue tomar conciencia de mi condición de feminista y después ir perdiendo el miedo. Estábamos mal vistas, no era políticamente correcto manifestarse de ese modo. En mi país hay una historia de reivindicación llevada acabo por las mujeres y las feministas somos hijas de ellas.

Me da la sensación de que siempre ha sido usted muy libre, se fue de casa muy pronto.

He tenido siempre una vocación muy grande por vivir en libertad. Pertenecía a una familia muy conservadora en una época en la que las mujeres no nos íbamos de casa hasta que no nos casábamos, así que me casé prematuramente y desde muy chica estoy siendo responsable de mi vida. También fui madre joven, por lo que he podido llevar mi vida con libertades y con responsabilidades desde joven.

"Siempre tengo el miedo de que en el siguiente trabajo descubran que soy una gran impostora"

Si tuviera que elegir una postal de infancia, ¿cuál sería?

Hay una imagen muy recurrente en mí. Yo nací en el interior de Argentina. En los juegos de la infancia con mis primos y mi hermana solíamos ir al campo y recuerdo que una vez me dejaron olvidada encima de un montículo de heno con no más de seis años. Cuando llegaron mis primos a casa se dieron cuenta de que me habían olvidado y hasta que llegaron de vuelta me recuerdo en segundo piso de heno. Debo confesar más que el miedo de sentirme olvidada y sola, fue la primera experiencia en la que yo sentí que iba a poder con lo que viniera, de una manera infantil y muy inconsciente, pero es un recuerdo al que acudo cada vez que estoy en un sitio nuevo o donde no conozco a nadie. Es una fuerza que me hace sentir en casa en cualquier lugar.

Su vocación por la actuación no fue temprana, creo que la encontró más tarde.

Estudié Sociología un par de años hasta que llegó el golpe militar y vaciaron de contenido la carrera. Quedé embarazada de mi hija con 19 años y por curiosidad ingresé a una escuela de teatro. Allí descubrí que no era lo que yo pensaba y que se podía estudiar. Fue maravilloso descubrirla en el interior de un estudió de teatro, allí me enamoré de la actuación.

"Las feministas estábamos mal vistas, no era políticamente correcto manifestarse"

¿Cómo es aquello de que te conozcan más por el personaje que interpretas que a ti como persona?

He tenido épocas en las que he interpretado personajes muy populares en televisión, pero me he diversificado muchísimo en mis papeles. Una de las premisas que tengo a la hora de aceptar trabajos es que no se parezca mucho al anterior, que sea un nuevo riesgo, un nuevo desafío. Eso a lo largo de muchos años ha dado un resultado que disfruto mucho y por el que la gente cuando se acerca a mí se acerca a Mercedes la actriz, no al personaje con el que ha empatizado eventualmente.

Alguna vez ha contado sus encuentros con ídolos, ¿cómo es encontrarse con alguien admirado que no deja de ser un compañero?

En esos casos siempre conservo un lugar de persona que persona que admira y se ha sentido acompañada por un creador, un actor, un director de cine, un músico... Esa sensación que tenemos desde el lugar del espectador en la que sentimos que conocemos mucho de ese otro y que ellos, sin embargo, no tienen ni idea de nuestra existencia. Desde ese lugar de admiración y agradecimiento me acerco y siempre me sorprende la horizontalidad con la que me saludan porque me han visto en algún trabajo. Eso nunca deja de sorprenderme, hay algo de mi rol de espectadora que admira y agradece el trabajo de otros que se mantiene bastante intacto hasta la hora del encuentro. Siempre que me encuentro en una de estas situaciones manifiesto mi emoción y mi agradecimiento por los momentos que me han hecho pasar.

En esa sorpresa debe haber algo de síndrome de la impostora.

Total, vivo con eso, creo que en el próximo trabajo no voy a poder hacerlo y se van a dar cuenta todos de que soy una gran impostora y que me ha salido todo casi por casualidad.

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