La Semana Negra de Gijón finalizó ayer su 24 edición con récord de asistencia de público y de ventas en las librerías, aunque con la misma incertidumbre con que comenzó hace diez días, al no haber sido definido su emplazamiento para el año que viene. Varios cientos de miles de visitantes recorrieron el recinto abarrotado de puestos de los más variados productos y comestibles y las editoriales han conseguido vender hasta ayer, sábado, 43.938 libros, el 14,5% más que el año pasado.

Sin embargo, la sensación de que ésta sería la última Semana Negra que se iba a realizar en Gijón tras el cambio de gobierno municipal de Foro Asturias que puso fin a 32 años de administración socialista, no ha quedado disipada y permanece como "una espada de Damocles" sobre el festival cultural más popular de habla hispana. Su director, el escritor hispano-mexicano Paco Ignacio Taibo II emplazó a las autoridades locales a responder antes del 15 de septiembre a los requerimientos de ubicación y de financiación del festival, porque no puede retrasar más allá de esa fecha una decisión sobre las ofertas que le han hecho otras ciudades que quieren acogerlo.

"Habrá Semana Negra el año que viene, desde mañana (por hoy) mismo comenzamos a organizarla, pero no sabemos dónde, aunque sí podemos decir que con toda probabilidad será en alguna ciudad de Asturias", afirmó. Taibo confirmó que en los últimos días ha mantenido contactos "formales e informales" con representantes "oficiales y oficiosos" de distintas localidades de España y de Europa que se ofrecen para ser sede del evento.

Pese a que se esperaba que en la jornada de ayer el director hiciera público el lugar de la próxima edición, la única respuesta que ha podido dar la organización es que desea quedarse en Gijón, aunque "si esto no es posible" por falta de apoyo institucional "se hará en otro lado", preferentemente "en Asturias".

Taibo dijo que en los últimos días ha recibido "alarmantes señales de humo", como las declaraciones públicas de la alcaldesa, Carmen Moriyón en las que consideró la Semana Negra algo muy caro para las arcas municipales. "Este es un festival baratísimo", aseguró Taibo.