Cultura

'Sister Act': música en el convento

  • La versión de la película protagonizada por Whoopi Goldberg, convertida en un musical con partitura de Alan Menken, se representará en el Cervantes en el primer trimestre de 2016

"Sé que esta época he de marcar. / Es por lo que nací. / Y en las portadas me encontrarás", canta sobre sus ansias de triunfo la joven Deloris, otra muchacha más que fantasea con que la multitud se rinda a los encantos de su voz portentosa. Pero quienes hayan visto Sister Act saben que en eseafán por ser una estrella de la chica habrá un obstáculo importante: ser testigo de un asesinato y tener que recluirse en un convento no parece a priori la fórmula más idónea para el éxito... aunque ya se sabe que los caminos de Dios son inescrutables y todo puede ocurrir con ayuda divina.

Nuevo ejemplo del constante diálogo entre cine y teatro, Sister Act, el musical, supo ganarse al público de Barcelona, donde se representó desde el pasado otoño hasta mayo de este año, y a partir de entonces encaró una nueva etapa en la que las hermanas protagonistas se disponen a evangelizar España en una gira que hará parada en el Teatro Cervantes de Málaga en el primer trimestre de 2016. Aunque las fechas están aún pendientes de confirmación, todo apunta a que el órdago coincidirá con la próxima edición del Festival de Teatro. Ya cuando se presentó el avance de programación para 2015, el responsable de producción del teatro, Miguel Gallego, señaló a Sister Act como nuevo objetivo en cuanto a musicales tras el éxito de La Bella y la Bestia y Los miserables (cuya segunda tanda, eso sí, quedó frustrada). Dicho y hecho: Sister Act ya está en camino.

De aquella cinta que protagonizaba Whoopi Goldberg, que coproduce esta adaptación junto con Stage y El Terrat, se mantiene la línea argumental -la sacudida que supone la irrupción de esa cantante en la apacible vida de las monjas-, pero el cambio sustancial que propone el montaje viene de la música que ha compuesto Alan Menken, ganador de ocho Oscar y recordado por sus bandas sonoras para títulos como La Sirenita, La Bella y la Bestia o Aladdin. Menken ha canalizado las buenas energías de la historia en un repertorio de canciones que capta el espíritu de un tiempo -el sonido Filadelfia, el soul, el funk, la música de Motown Records- y sube el ánimo de los espectadores como el mejor de los bailes. "Si me pidieras que eligiera algún tema, seguramente escogería uno de Prince o de Alicia Keys, gente que bebe de ese momento en sus canciones", asegura Mireia Mambo, una actriz barcelonesa formada en el Performers College de Londres y que se revela en la piel de Deloris. "Lo interesante es que Menken distingue bien dos mundos: esa música que trae Deloris consigo y la parte de las monjas, que conecta más con el teatro musical de toda la vida, con algo que haría Julie Andrews", considera Àngels Gonyalons, que encarna a la rígida madre superiora, cuyas certezas sobre el mundo se derrumban con la llegada de la intrusa.

El contraste entre la frescura de Mambo, encantadora en un papel que le exige una entrega exhaustiva, y la veteranía de Gonyalons, interesada en dar matices a un personaje que en otras manos podría haberse mostrado unidimensional, es uno de los atractivos del espectáculo. "Yo estaba asustada cuando empecé con el personaje", confiesa Gonyalons, "porque con el hábito sentía que carecía de herramientas. En otros papeles te vales de tu cuerpo, como cuando hice Chicago o el musical de Cuando Harry encontró a Sally, aunque aquí me encontraba limitada. Pero luego vi que nos dejaban aportar nuestra experiencia, que no nos ceñíamos a un patrón y podíamos trabajar en el personaje y me relajé", recuerda la actriz, que pese al duelo entre ella y Mambo señala que "hay otro gran protagonista, yo la comparo con una ameba, que es la que forman las otras monjas. Hay un pasaje muy bonito en el que cantan Es tu voz: yo lo observo antes de salir a escena y tengo que recomponerme para mi personaje, porque me emociono".

Porque la versión teatral, estrenada en el West End de Londres en 2009 y en Broadway en 2011, conserva aquel "mensaje" que defendía la película, "la aceptación del otro con sus defectos, sus virtudes, sus diferencias", tal como lo describe Mambo. El director residente de Sister Act, Marc Monserrat-Drukker, sostiene que el hecho de que esta Sister Act tenga un argumento ya conocido por el espectador "permite que éste no se concentre en lo que ocurre y disfrute de los números musicales, del aquí y el ahora. La gente sabe que viene a ver a Deloris y a la madre superiora, aunque nosotros no ofrezcamos lo mismo que la comedia de Hollywood, sino algo diferente. Nadie nos ha dicho que eche de menos la película. No hemos tenido quejas ni reclamaciones", afirma entre risas. ¿Y alguien se ha decepcionado por no encontrar la misma banda sonora que el filme? "Puede que alguien llegue a su casa y se diga: ¡No han cantado la de I Will Follow Him! Pero desde el minuto cero es una partitura inteligente. Menken sabía dónde se metía, y los temas no tienen desperdicio", reivindica Gonyalons.

Monserrat-Drukken destaca que en la gira se ve "exactamente el mismo espectáculo en todos los sitios, con los mismos actores, idéntica exigencia. En este país a veces las producciones rebajan la calidad cuando se desplazan: las estrellas se quedan en su casa, se reduce la escenografía... Aquí es la misma macroproducción", indica sobre un recorrido que se inició, tras un descanso y una vuelta a los ensayos, en agosto en Bilbao. "El equipo tiene mucha ilusión por la gira", dice el director. "A los artistas nos gusta la variedad, y en Madrid y en Barcelona el público está algo aburguesado a la hora de ver un espectáculo. Cuando llegas a otros sitios adviertes otra sensación, como de fiesta", prosigue. Ese carácter nómada, añade Gonyalons, "forma parte del espíritu del actor. Yo siempre digo que soy tirititera, cómico de la legua. Ver gente nueva, reencontrarte con sitios a los que ya has ido... es algo precioso y que conecta con una tradición de los actores que te precedieron".

La actriz catalana, que en su currículum tiene proyectos como La pequeña tienda de los horrores o Melodías de Broadway,ha sido testigo de la evolución que el musical ha tenido en España y de la aceptación que el género disfruta gracias a otras producciones de Stage como Los Miserables y La Bella y la Bestia. "Es algo raro, pero ha habido un interés intermitente y Madrid y Barcelona han estado como a la zaga: si en Madrid triunfaba, en Barcelona se apagaba la lumbre", opina. La intérprete abrió "hace veinte años la primera escuela integral para un actor. Antes si querías aprender a cantar tenías que ir a una escuela, si lo que querías era bailar a otra... Pero creo que seguimos arrastrando un problema: lo que no podemos olvidar es que estamos haciendo teatro, y el teatro precisa de actores. Yo necesito creerme lo que me cuentan, que me llegue al corazón. Les digo a mis alumnos que si no se atreven con Shakespeare, Ibsen o Mamet es que nos hemos equivocado en algo. Cuando cantas Send in the Clowns de Sondheim estás comunicando, tienes que vivirlo".

Mireia Mambo, precisamente, se fue a Londres a formarse para trabajar la interpretación. "Yo poseía un talento, vale, el de cantar, pero sabía que tenía deficiencias y debía trabajarlo. Había hecho High School Musical, pero quería aprender más", cuenta una actriz que tras graduarse se enfrentó a desafíos diversos, como Ragtime, el Sueño de una noche de verano de Shakespeare y un montaje de Charlie y la fábrica de chocolate dirigido por Sam Mendes.

Sister Act, la versión española, contó con la bendición de Whoopi Goldberg, que visitó al equipo. "Fue muy generosa, discreta e inteligente. En la rueda de prensa estuvo cáustica con algunos temas: no es una estrella inconsciente, sabía muy bien dónde venía".

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