Sole Giménez exhibe en Málaga su coqueteo con el jazz latino

La cantante Sole Giménez, ex vocalista de Presuntos Implicados, afirmó ayer sobre su separación de este grupo que "hay cosas que cuesta superar en esta vida, y cuando las cosas duelen, cuesta que las heridas se cierren", aunque cree que profesionalmente ya ha superado aquella etapa.

"Fue una etapa muy bonita de mi vida, 23 años dedicados a un proyecto en su día muy interesante por muchos motivos, por el tipo de música que hacíamos, y me gustó mucho participar en esa formación, pero hay que pasar página, y cuando se cierra una puerta se abren otras", dijo en rueda de prensa la cantante, que ofrece anoche un concierto en el Auditorio de la Diputación de Málaga.

Sole Giménez publicará en mayo su tercer disco en solitario, Dos gardenias, una faceta de solista que estrenó con el álbum Ojalá, cuando todavía formaba parte de Presuntos Implicados.

"Ojalá era un disco de versiones que hice como un capricho. Estaba dentro de un grupo y quería en algún momento acercarme a esas canciones que me habían gustado siempre. Nos preocupó muchísimo alejarnos del sonido de Presuntos Implicados y por eso hicimos un disco voluntariamente electrónico, porque teníamos que alejarnos del que era mi grupo en ese momento", explicó.

En su siguiente trabajo en solitario, La felicidad, el primero tras su separación del grupo, ya no le "preocupó tanto" diferenciar tanto el sonido y fue un disco "mucho más libre" y "el que pedían las canciones, aunque mucha gente dijo que sonaba a Presuntos Implicados". En este Dos gardenias, ya han "olvidado" definitivamente ese tema, han "pasado página" y la cantante espera "que suene a Sole Giménez".

En el concierto de esta noche en Málaga avanzará los temas del nuevo disco, que contiene en clave de jazz latino una docena de versiones de autores latinoamericanos tanto clásicos como actuales. Para ello se ha rodeado de músicos como Chano Domínguez, Jorge Pardo, los cubanos Iván González Melón, Yelsy Heredia y Joel Páez y el valenciano Perico Sambeat.

Según la cantante, no se han limitado a hacer versiones de estos temas, sino que le han "dado la vuelta" y las han puesto "en sitios donde nunca han estado", de modo que, Dos gardenias, por ejemplo, "no es un bolero ni suena a bolero, siendo uno de los boleros más clásicos que se conocen".

Para Giménez, una de sus "influencias más evidentes" ha sido siempre la aproximación al jazz vocal, y prueba de ello han sido sus colaboraciones con Ximo Tebar o haber podido cantar con Herbie Hancock en el Festival de San Sebastián.

Esas experiencias le han ayudado a "dar el paso" que supone este nuevo disco de transmitir "abiertamente" la sensación de que es una cantante "más cercana al jazz latino que al pop" añadió la artista.