Mientras en París se realizaba la presentación de la futura sede malagueña del Centro Pompidou, con una masiva presencia de prensa malagueña y francesa, otro acto necesario para que el Cubo acoja las obras de arte presentadas estaba llamado a celebrarse en la capital con la única asistencia de la Autoridad Portuaria y la promotora del centro comercial del recinto portuario, Muelle Uno. La formalización de la recepción del edificio de Muelle Uno por parte del Puerto estaba prevista para las 13:00, pero de los dos invitados al acto, los representantes del centro comercial optaron por no presentarse, en lo que puede catalogarse como un nuevo capítulo en el más que evidente conflicto abierto entre ambos.

Tras las oportunas gestiones y consultas a la abogacía del Estado, la Autoridad Portuaria dio el inmueble por recepcionado, siguiendo las directrices estatales y de Puertos  del Estado. Realizado este paso, el Ayuntamiento podría obtener mañana viernes la autorización temporal para retomar las obras en el Cubo, según aseguró el presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata, que concretó que será hoy cuando se presente a Puertos del Estado la documentación de recepción del inmueble, que tendrá que emitir un informe. El Ayuntamiento inició de manera irregular los trabajos en el edificio que se levanta entre los muelles 1 y 2 del puerto de la capital, al punto de verse obligado a parar temporalmente las actuaciones. Para poder actuar en interior del edificio era igualmente necesario que la empresa pública encargada de la tasación del Cubo, que pasa a formar parte del patrimonio del Puerto, finalizase los trabajos de mediciones de la construcción, lo que se dio por concluido el pasado martes.

La fricción entre la Autoridad Portuaria y Muelle Uno se recrudece ante el plantón de los privados en la firma de recepción del Cubo, cuando se agota el plazo para tratar de normalizar la deuda existente por la explotación comercial de los terrenos portuarios, que toca de lleno la viabilidad de la iniciativa. El delicado estado del proyecto comercial es una constante desde su apertura a finales de 2011.

La empresa reclama además una rebaja del canon que pesa sobre la concesión del centro comercial de unos 600.000 euros, mientras la reducción que podría aceptar el Puerto tras modificar el espacio de concesión es de 200.000 euros.