Cultura

'Solo' relata una historia de supervivencia con mar de fondo

  • El segundo largometraje de Hugo Stuven celebró su presentación ayer en Málaga Premiere

El equipo de 'Solo', con Álvaro Vizcaíno, ayer, en la presentación del filme.

El equipo de 'Solo', con Álvaro Vizcaíno, ayer, en la presentación del filme. / daniel pérez / efe

La historia real de Álvaro Vizcaíno, un surfista desaparecido durante varios días en 2014 tras caer desde un acantilado en Fuerteventura, llega ahora a la gran pantalla en Solo, segundo largometraje dirigido por Hugo Stuven Casasnovas, que protagonizan Alain Hernández y Aura Garrido. El propio Vizcaíno asistió a la presentación de la película en la sección no competitiva Málaga Premiere del vigésimo primer Festival de Cine en Español y aseguró que, además del sufrimiento físico, en la pantalla se refleja fielmente lo que pasó por su cabeza en aquellas horas.

"Hay cosas que te hacen anclarte a la vida y que te empujan a volver para arreglar cosas. Es un tipo de fuerza y la vida se abre paso como puede", afirmó Vizcaíno, que perdió el abductor y tiene varias cicatrices a consecuencia del accidente. Admitió que le ha costado "revivir la historia" y durante el rodaje pasó por momentos emocionales muy distintos, como días en los que estaba "encabronado" sin saber por qué, hasta que entendió que se debía a que "se estaban removiendo cosas".

Stuven conoció el suceso mientras se encontraba en Nueva York rodando su primer largometraje, Anomalous, y quedó "latente" en su cabeza, explicó el director. Hace un año y medio, habló con Álvaro Vizcaíno y le dijo que veía en su historia una película, que finalmente decidió rodar en los mismos escenarios donde ocurrieron los hechos, una apuesta "arriesgada pero que ha resultado ser buena". Apostó por mostrar en las escenas "toda la organicidad del agua, con su plancton", y colocar la cámara casi siempre "en el punto de vista del protagonista".

Reconoce Stuven que, cuando Vizcaíno le relató la historia, vio que "había una parte de aventura y otra parte emocional", y quería "que las dos confluyeran". "Cuando me lo contó Álvaro, me llamaba más la atención la parte emocional, cómo una persona tiene que llegar a una situación límite para plantearse las cosas, y cómo rendirse es lo que le salvó".

Para Alain Hernández, su trabajo ha consistido en "jugar a ser Álvaro, teniendo claro lo que sentía, mediante sus recuerdos y mediante las indicaciones de Hugo". "Sufrí la historia de tal manera, que ya no pensaba en mí, sino en Álvaro, y fue muy mágico todo", aseguró Hernández, que viajó tres semanas antes del rodaje a Fuerteventura para aprender nociones básicas de surf, escalada y submarinismo y ya empezó a tener la sensación de que iba a vivir "una experiencia muy bestia".

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