En una edición que coronó a la cinta italiana La gran belleza como gran triunfadora de la temporada (premios a la mejor película; a la mejor dirección, para Paolo Sorrentino; para su protagonista, Toni Servillo; y para su montaje, obra de Cristiano Travaglioli), la Academia de Cine Europeo entregó ayer en Berlín su premio de honor a Pedro Almodóvar por su "contribución al cine mundial". Después de que un coro integrado por algunos de sus actores fetiche, entre ellos Rossy de Palma y Javier Cámara, interpretase la canción I'm so excited -título elegido en inglés para la exhibición internacional de Los amantes pasajeros-, Almodóvar pronunció un breve discurso, muy en su línea, en inglés, plagado de agradecimientos y muy irónico. Pero también se puso serio al recordar a su madre y al denunciar la situación en la que se encuentra España, "víctima -dijo- de un Gobierno sordo e insensible a sus problemas".

No fue el único español premiado en la gala celebrada anoche en la Haus der Berliner Festspiele de la capital alemana (y de cuyo palmarés, por cierto, la francesa La vida de Adèle, de Abdellatif Kechiche, resultó la gran ausente). El figurinista Paco Delgado recibió el Premio del Cine Europeo al mejor vestuario por su trabajo en Blancanieves, de Pablo Berger, el mismo por el que ya recibió el Goya en España. Aparte de la veterana actriz francesa Catherine Denueve, que como Almodóvar recibió un premio honorífico en reconocimiento a su trayectoria, la Academia del Cine Eupeo premio también a Ennio Morricone (mejor música, para La mejor oferta, de Giuseppe Tornatore); a François Ozon (mejor guión, por En la casa, basado en una obra teatral de Juan Mayorga, El chico de la última fila); a la belga Veerle Baetens (mejor actriz por su papel en Alabama Monroe); a Joshua Oppenheimer, director de The act of killing (mejor película documental), y a Ari Folman, cuyo The Congress fue galardonada con el premio a la mejor título de animación.