Sotheby's vende por 720.000 euros 'La comida frugal' de Picasso

Se trata de una venta récord para un grabado del pintor malagueño, perteneciente a la serie 'Saltimbanquis' y una de las obras más significativas de su periodo azul

'Le repas frugal' fue pintado por el malagueño en 1904.
'Le repas frugal' fue pintado por el malagueño en 1904.
Agencias / París

01 de julio 2010 - 05:00

El grabado de Pablo Picasso Le repas frugal (La comida frugal) de 1904 se vendió ayer por 720.750 euros (unos 886.000 dólares) en la segunda y última subasta de la colección conocida como el tesoro perdido del marchante Ambroise Vollard, organizada por la casa Sotheby's en París.

Se trata de una venta récord para un grabado del pintor malagueño, estimado en principio en un precio de entre 250.000 y 400.000 euros, según la casa de subastas, que precisa que el total de las 139 piezas subastadas en la capital francesa alcanzó los 3,5 millones de euros. Perteneciente a la serie Saltimbanques, el grabado fue ejecutado durante el periodo azul de Picasso y es, no solo una obra maestra entre la gráfica del siglo XX, sino también una imagen depurada de este periodo.

El tema alude a los estragos de la juventud del artista en el barrio bohemio de Montmartre. Un hombre y una mujer sentados con una botella y escasos víveres en la mesa demuestran la preocupación del artista por el alcoholismo y pobreza con un realismo impactante. Según John Richardson, biógrafo del artista, Le Repas Frugal es una obra que enlaza el pasado en España y el futuro en Francia del artista dado que fue concebida en Barcelona pero ejecutada en París. Es el primer grabado importante de Picasso y "el progenitor de lo que se puede considerar la producción artística más significante de la historia del arte".

Tras el grabado de Picasso, la segunda más valorada del lote ha sido el monotipo La Fête de la Patronne, de Degas, adquirido por 516.750 euros, mientras que el tercer puesto fue para el monotipo de Gauguin, Trois têtes tahitiennes, vendido por 312.750 euros. Esta puja de París complementa la que tuvo lugar en Londres la semana pasada, en la que se vendieron obras de Picasso, Rodin, Matisse o Dérain por un total de 135,3 millones de euros (164,6 millones de dólares). En aquel momento, la pieza clave fue un autorretrato de Manet, pintado en el momento cumbre de su carrera, por el que se pagaron 27 millones de euros (32,8 millones de dólares).

Concluye así el periplo de una colección que permaneció durante 40 años en una caja fuerte del banco Société Générale, sin que se supiera de su existencia, y que fue descubierta cuando la institución financiera la abrió para cobrarse la deuda del alquiler acumulado durante ese tiempo. Los cuadros habían sido depositados allí, poco después de la muerte del marchante Ambroise Vollard (1866-1939) en un accidente de tráfico, por uno de sus socios, el judío yugoslavo Erich Slomovic. Éste abandonó poco tiempo después la Francia ocupada de la Segunda Guerra Mundial para refugiarse en su tierra natal, en la que perdió la vida a manos de los nazis a finales de 1942. Una vez que la colección salió de nuevo a la luz, se adjudicó la propiedad de los cuadros a los herederos de Vollard, tras un largo proceso judicial.

Ambroise Vollard está considerado como el más importante marchante de la época y tuvo un papel muy importante en el desarrollo del arte moderno gracias a las exposiciones de sus artistas y a la publicación de sus grabados y libros ilustrados. En 1885, organizó una gran retrospectiva de Cézanne, seguida ese mismo año por otra dedicada a Van Gogh, artista entonces poco conocido en París. Tras el éxito de aquellas exposiciones, abrió una nueva galería que se convirtió en un lugar de encuentro privilegiado de la vanguardia parisina y que acogió la primera exposición en la capital francesa de los óleos, pasteles y acuarelas de Pablo Picasso. Entre los artistas a los que Vollard dedicó exposiciones individuales figuran también Gauguin, Maillol, Van Dongen y Henri Matisse.

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