Teatro Clásico de Sevilla brinda su juego barroco en el Cánovas

La obra de Alfonso Zurro 'Julia, un viaje teatrástico', dirigida al público infantil, se representa en Málaga este fin de semana

Representación de 'Julia, un viaje teatrástico', en el Cánovas.
Representación de 'Julia, un viaje teatrástico', en el Cánovas.
Pablo Bujalance Málaga

13 de diciembre 2013 - 05:00

El Teatro Cánovas continúa este fin de semana con su temporada consagrada al teatro infantil y juvenil, y lo hace con una propuesta de la que cabe esperar tanto aprendizaje como diversión: tras los pases para centros educativos ya celebrados estos días, la compañía Teatro Clásico de Sevilla representa mañana sábado a las 18:30 y el domingo a las 12:00 Julia, un viaje teatrástico, una obra escrita por Alfonso Zurro, dirigida por Julio Fraga, protagonizada por Alicia Moruna y Gina Escánez (entre otros) y con una hermosa escenografía de Curt Allen Wilmer. Tal y como explicó ayer el productor Juan Motilla, el proyecto nació "de nuestro interés por acercarnos al teatro infantil de una manera distinta" y narra el viaje que emprende la pequeña Julia y su abuelo nada menos que hasta el Siglo de Oro, donde ambos pasan a formar parte de una compañía que representa los pasos de Lope de Rueda. La obra constituye la mirada definitiva de Teatro Clásico de Sevilla (una de las agrupaciones más respetadas en su género en toda España) a la escena infantil y ha sido representada con gran éxito en los festivales de Almagro, Cáceres y Olmedo, entre otros.

Julio Fraga señaló por su parte que la obra presenta una producción ambiciosa, "similar a las de otros montajes de la compañía como El Buscón", por más que vaya dirigida a los más pequeños: "A menudo uno encuentra un teatro infantil hecho con mucha voluntad pero que deja bastante que desear en cuanto a puesta en escena. Pero los niños no son tontos: ellos distinguen perfectamente cuándo un trabajo de interpretación está bien hecho y saben apreciar una buena representación". Julia, un viaje teatrástico, constituye a su vez en su naturaleza metateatral una oportunidad para ver el teatro barroco por dentro, gracias a elementos como la música en directo y, ante todo, a la asimilación del teatro como juego: "Se trata de que el público ponga en marcha su imaginación, de que acepte que un palo puede ser cualquier instrumento; de invitar, en fin, a cada niño a que realice su propio viaje teatrástico". El lenguaje empleado por Zurro asume el equilibrio entre la poética del Barroco y la inmediatez del presente, en un empeño, según indicó Fraga, "en demostrar que clásico no significa aburrido.El teatro clásico es un patrimonio cultural que tenemos que cuidar y proteger, y no hay mejor manera de hacerlo que ganando nuevos públicos para el futuro". Ahora, las familias malagueñas tienen la oportunidad de comprobarlo in situ.

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