Tim Burton, de la imaginación desbordante a la realidad
El cineasta vuelve esta Navidad a las salas con la cinta 'Big Eyes' La cinta relata la historia de Margaret Keane, la pintora de los ojos grandes
Sean guiones propios, adaptaciones de clásicos, cómics o musicales de Broadway hechos película o cintas de animación la imaginación desbordante, la cuidada factura y el mundo onírico al que transporta al espectador son denominadores comunes en la obra de Tim Burton. Aunque esta Navidad, dos años después de su Frankenweenie, regresa a las carteleras con Big Eyes, el filme en el que menos se encuentra a Burton, según la crítica. Con esta cinta que consideran la más impersonal, el realizador de Eduardo Manostijeras se aleja de sus habituales fantasías tétricas para narra una historia real y que tiene a Amy Adams y Christoph Waltz como pareja protagonista. Ellos son los Keane, un matrimonio que alcanzó una gran popularidad a mediados del siglo pasado gracias a los cuadros de Walter. En ellos representaba figuras humanas con unos grandes y enigmáticos ojos.
Lo que no se sabía entonces era que el artista que pintaba esos cuadros era, en realidad, su mujer Margaret. Los famosísimos y muy lucrativos cuadros firmados como Keane, no eran obra de quien llevaba décadas asegurando su autoría, sino de su esposa, víctima principal de una de las estafas más sonadas del mundo del arte. Para narrar esta historia, que parte de la crítica alaba como la más humana junto a Ed Wood y la otra la tilda de vacía, utiliza una estructura lineal, fuera de los excentricidades propias de un mago de la fantasía.
El espectador de esta película que Burton tan sólo iba a producir, no reconocerá detrás al autor de otros títulos que han fascinado a los espectadores desde que en 1988 empezara a destacar gracias al largometraje Beetlejuice. La película, de un delirante humor negro, fue un gran éxito en el año de su estreno, recaudando hasta 73 millones de dólares tan sólo en Estados Unidos. Un año más tarde estrenó Batman, protagonizada por Michael Keaton, Jack Nicholson y Kim Basinger, y la convirtió en un clásico al que volvería tres años más tarde con Batman Returns.
Pero antes la espectacular y tierna historia de Eduardo Manostijeras conquistó a millones de espectadores. En ella comenzaría su relación con uno de sus actores fetiche, Johnny Depp. Pero su capacidad creativa no se secó sino todo lo contrario. A partir de entonces ha realizado grandes aportaciones a la historia del cine entre las que destacan Pesadilla antes de Navidad, Sleepy Hollow, la imprescindible Big Fish, Sweeney Todd: El barbero diabólico de la calle Fleet, La novia cadáver, Charlie y la fábrica de chocolate y Alicia en el país de las Maravillas.
Con Big Eyes Burton pasa de la plastilina a los actores de carne y hueso para explorar la relación entre la pareja Keane. La cinta ha conseguido tres nominaciones a los Globos de Oro, incluyendo mejor actor principal de comedia o musical para Christoph Waltz.
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