Tricicle exhibe en el Cervantes sus recetas a base de humor

David Garrick fue un cómico inglés del siglo XVIII. Su capacidad para hacer reír al público era tal que sus funciones llegaron a ser recomendadas por los médicos de la época, quienes advirtieron una mejoría en los pacientes que acudían a sus representaciones. Semejante historia no podía pasar inadvertida por Tricicle, tal vez la compañía española que de una manera más evidente ha hecho del humor su primer impulso escénico. El resultado es Garrick, un nuevo rosario de sketches con el que el trío regresa a Málaga después de ocho años. Tras su primera función ayer en el Teatro Cervantes, el mismo escenario ha programado otras cinco hasta el próximo domingo con una gran parte del aforo ya vendido, en lo que se presume como una de las propuestas de mayor éxito de la actual edición del Festival de Teatro.

Joan Gràcia explicó ayer al respecto que Garrick "viene a cerrar un ciclo abierto hace más de treinta años con Manicomic, nuestro primer espectáculo; desde entonces nos hemos convertido en mejores actores, en mejores payasos, y lo cierto es que, después de cuatro años y casi 700 representaciones, el espectáculo no para de crecer". Paco Mir apuntó al respecto que en Garrick "hemos querido ofrecer cosas nuevas, porque nuestro objetivo es sorprender siempre al público, por más que nos haya visto. El éxito, de alguna forma, nos sirve para entrenar nuestra creatividad". El tercer vértice de este triángulo, Carles Sans, recordó que Tricicle "es la única compañía en España de su veteranía que mantiene su formación original, y aunque el público envejece con las compañías nosotros hemos sabido enganchar a padres y a hijos".