Ventura Durall traslada al cine el caso del asesino de la ballesta

El cómic de Rabadán y el libro 'Historias desde la cárcel' se van a reeditar con motivo del estreno

Efe / Madrid

24 de noviembre 2009 - 05:00

El cineasta Ventura Durall debuta con Las dos vidas de Andrés Rabadán, una película que "genera más preguntas que respuestas" sobre la historia del llamado asesino de la ballesta, un joven que en 1994 hizo descarrilar tres trenes y mató a su padre.

Tras realizar el documental El perdón sobre la historia de Rabadán e intercambiar más de trescientas cartas con él, Durall plantea con su ópera prima, que se estrena el próximo 4 de diciembre, un debate sobre un caso que fue muy mediatizado y controvertido, y que está protagonizado por Àlex Brendemühl, que da vida al asesino diez años después del crimen. Las dos vidas de Andrés Rabadán narra los secretos del pasado, la relación con su familia y los problemas del asesino de la ballesta, que tras una década de internamiento en un psiquiátrico penitenciario planea escapar.

Pero una nueva psiquiatra, Sarah (Clara Segura), y su relación con una enfermera llamada Carmen (Mar Ulldemolins) le harán replantearse su pasado y entender las razones de sus actos. "Andrés Rabadán es afable, educado, tranquilo y con ganas de mostrarse tal y como es", declararon durante la presentación del filme Àlex Brendemühl, quien tras conocerle ha asegurado que aún "tiene una imagen distorsionada de quién es". Pero detrás de un hombre que lleva más de quince años internado, hay, según Brendemühl, "un artista con mucho talento que tiene un mundo interior muy importante". El cómic de Rabadán y el libro Historias desde la cárcel se van a reeditar con motivo del estreno del filme.

Para Mar Ulldemolins, quien encarna a la enfermera que se enamora de Rabadán y que planea su vida junto a él, lo que más le ha sorprendido de la historia es "la dificultad que tienen de no poder estar juntos". "Parecen niños pequeños en el colegio", añadió.

Con este trabajo, Durall, no ha querido "ser fiel a la realidad sino dar una visión diferente" y plantear si es una solución encerrar a los criminales de por vida en "un lugar que no es de rehabilitación sino de castigo". Una historia en la que también interviene, Jordi López, el compañero de prisión de Rabadán, interpretado en la ficción por Andrés Herrera, quien cree que encarna una persona "que insufla oxígeno para seguir viendo la oscuridad de la película".

Actualmente Andrés Rabadán sigue internado a la espera de que un juez dictamine que tuvo un brote psicótico y que puede disfrutar de una vida en libertad junto a su mujer, Carmen.

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