Todo aniversario de cualquier escritor, además de servir para rendir homenaje y, en ocasiones, para restituir su memoria, como es el caso de Miguel Hernández, debe ser una oportunidad para recuperar su obra. Así, el centenario del autor de Vientos del Pueblo trae la publicación de sus obras completas. Una bibliografía que junto con las dos biografías; la de Eutimio Martín, El oficio de poeta (Aguilar), en la que rescata las luces y sombras del de Orihuela, y la de José Luis Ferris: Pasión, cárcel y muerte de un poeta (Temas de hoy), permitirán a los viejos lectores y a las nuevas generaciones conocer bien el trabajo de este escritor. Una obra cuya total magnitud quedó en parte ensombrecida por pesar más en la vida del autor de Perito en lunas el hecho de ser símbolo de la República y víctima de la Guerra Civil.

Ahora, cuando se acaban de cumplir 68 años de su muerte, acontecida el 28 de marzo de 1942, enfermo de tuberculosis y en condiciones penosas en la cárcel de Alicante, tras recorrer varias prisiones, Alianza editorial ha sacado a la calle la Obra Poética completa, una edición, de casi mil páginas, que actualiza y mejora la edición considerada de referencia que publicó esta editorial en 1982. Una empresa literaria que comenzó el poeta Leopoldo de Luis, quien conoció en mayo 1936 al poeta cabrero, al poeta militante, al poeta humanista, cuya vida apasionada estuvo marcada por la persecución de una ética insobornable y una estética.

Después, la Guerra Civil separaría esta amistad, pero en agosto del 37 se volverían a reunir en un acto de homenaje a Hernández en el Ateneo de Alicante, cuando ambos estaban alistados en el bando republicano. Ya en 1976, Leopoldo de Luis pide ayuda a su propio hijo, el hoy catedrático Jorge Urrutia para que le ayude a hacer esta primera edición y cuando sale a la calle se convierte en un acontecimiento de gran importancia. Esta nueva edición explica con claridad cada uno de los periodos de escritura del poeta poniéndolas en diálogo con su evolución artística y vital.

Una publicación que coincide con el otro gran proyecto, la publicación de su Obra Completa en un dos volúmenes; el primero, con su Poesía y Prosa, y un segundo tomo con el Teatro y la Correspondencia. Un retrato completo del poeta de Orihuela, en una edición con introducción del escritor e investigador Agustín Sánchez Vidal para Espasa Calpe, la editorial en la que trabajó Miguel Hernández colaborando en la enciclopedia Los Toros, ideada por Ortega y Gasset, que luego sería El Cossio, contratado por el propio José Mª de Cossio, en 1934, quien la dirigía y quien le ayudó en todo momento, como recuerda la biografía de José Luis Ferris. Cossio intercedió para que al poeta le conmutaran la pena de muerte a cambio de una condena de 30 años y un día. Pero Miguel Hernández no reniega de su posición ideológica ni acepta adherirse al régimen de Franco .

En el segundo tomo de estas Obras Completas, además del teatro, se reúnen su correspondencia, un testimonio clarificador y, a veces, estremecedor con las cartas a su mujer Jofina Manresa, y a Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca, Pablo Neruda, Luis Rosales, José María Cossio, Carmen Conde, Vicente Aleixandre, o a los padres de Ramón Sijé, entre otros muchos.

Reediciones, antologías, libros infantiles, discos...Todo es poco para el centenario de este poeta de mirada viva e intensa, con un corazón lleno de heridas, hambre y cebolla que no quiso doblar la cerviz por no traicionar sus ideas.

La nueva aventura de los detectives más hilarantes de Barcelona, Boris y Nicodemo, surgidos de la imaginación de Manuel Manzano, busca provocar la risa de los lectores que valoran, según el autor, "el humor extremo y absurdo, pero verosímil e inteligente". El hombre de plastilina (Ediciones B) es el título de la nueva propuesta de Manzano, que, pese al éxito de la primera entrega, Capitán de las sardinas, continúa alternando sus novelas con el trabajo de negro literario "para poder pagar las facturas".

Boris Beria Fuensanta, un policía de métodos discutibles, tiene que averiguar en esta novela cómo ha llegado a manos de un chimpancé del Zoo de Barcelona el arma que ha herido a su ayudante Nicodemo, y si existe alguna relación con los experimentos aberrantes del veterinario del Zoo. Este argumento se desgrana en la novela en la que su autor busca "exprimir la comicidad" de cada situación para provocar la risa con casi cualquier párrafo e incluso con las notas de pie de página. "Tras el éxito de una primera novela con un humor tan pasado de vueltas, tan extremo, pensé que no iba por mal camino, así que he vuelto a ello. Alguien ha tildado de malsano y cacharrero mi estilo, pero yo prefiero definirlo como una mezcla del humor clásico de situación y de humor del absurdo", apunta. A Manzano le disgusta que puedan comparar su humor con el del Torrente porque lo ve "castizo y propio de los años 50 y 60", mientras que el suyo "pretende hacer guiños que despierten la inteligencia, más al estilo de Monty-Python". Manzano tiene ya en mente la tercera de las aventuras de estos personajes, que, admite, son consecuencia de las lecturas dedicadas durante años a personajes como Marlowe y Carvalho.