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Cultura

El (aparente) camino hacia la huella

  • Noelia García Bandera inauguró ayer en el Centro Cultural Provincial su nueva exposición, 'Sobre el fondo'.

La primera imagen que recibe al visitante es la de una mujer de frente cuya figura parece diluirse en el fondo negro. El fuego de Heráclito parece hacer de las suyas: en la mímesis entre la presencia y el vacío que la secunda late una transformación hacia otra cosa. "Es una de las primeras fotos que rescatamos, de 1998, y creo que representa la introducción perfecta a lo que quiero contar", apunta la fotógrafa malagueña Noelia García Bandera, artista y profesora, creadora e investigadora, hacedora del presente e historiadora del pasado: todas ellas confluyen en Sobre el fondo, la exposición comisariada por el crítico Juan Francisco Rueda que se inauguró ayer en el Centro Cultural Provincial María Victoria Atencia (C/ Ollerías), donde podrá verse hasta el 23 de marzo. Lo que iba a ser una mera exhibición de Portraits, la última serie de la artista, culminada hace sólo unos días, se ha convertido en una suerte de retrospectiva que no es tal: García Bandera recupera imágenes de proyectos anteriores (muchas inéditas hasta ahora en Málaga) como Algo prestado (2007), Commedia dell´Arte (2008), Comer estopa, tragar petróleo y escupir fuego (2008-2011) y Carte de visite (2009) para bordar el contexto perfecto a la historia de su propia creación con ánimo conclusivo.

Un elemento común se desliza en la mayor parte de las obras: el fondo negro sobre el que García Bandera fotografía a sus modelos, un telón que denota su abundante uso ("Es parte de mi vida, he trabajado con él veinte años") y que permite al visitante adentrarse en los laberintos creativos de la artista, quien además de su obra entrega así al escrutinio de las miradas su material. Pero hay además otra intención en la presentación de este fondo junto a las fotografías extraídas de Commedia dell'Arte y Comer estopa, tragar petróleo y escupir fuego: la constatación de que, aun sin la presencia de los modelos sobre el fondo negro real, de alguna forma siguen estando. Y aquí brinda Noelia García Bandera la argumentación definitiva respecto al modo en que un determinado paisaje conserva la apariencia de un cuerpo cuando ya sólo queda su ausencia, una idea que sólo la fotografía logra traducir con semejante clarividencia. Así ocurre en los paisajes descontextualizados de Carte de visite, donde, una vez apartado el modelo, lo que perdura es su huella, física y tangible. Y es la huella, absoluta, sin necesidad ya de más paisajes descontextualizados, la que preside el rigor abstracto de Portraits. Todo está ahí. Porque una vez lo estuvo.

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