Dos apellidos vascos

Thriller, España, 2014, 107 min. Dirección: Pablo Malo. Guión: Juanes Urkixo. Fotografía: Aitor Matxola. Música: Pascal Gaigne. Intérpretes: Unax Ugalde, Francesc Orella, Oriol Vila, Jon Anza, Cristian Merchan, Ricard Sales, Javier Mora, Iñaki Ardanaz. Cines: Málaga Nostrum, Vialia, Alfil.

Andaban algunos colegas muy indignados tras el pase de Lasa y Zabala en el Festival de San Sebastián, y no precisamente por sus deméritos fílmicos, sino más bien por cuestiones estrictamente políticas: que si la Diputación de Guipúzcoa, en manos de Bildu, ha puesto dinero en la película, que si da una imagen sesgada y benevolente del entorno terrorista de ETA, etc.

A estas alturas, a uno esas cosas no le molestan ni le importan tanto como las arteras formas cinematográficas que adopta Pablo Malo (Frío sol de invierno, La sombra de nadie) a la hora de reconstruir uno de los episodios menos honorables de nuestra historia reciente, a saber, la tortura, el asesinato y el enterramiento en cal viva de los jóvenes vascos Lasa y Zabala en manos del GAL en 1983.

Y es que, bajo el rancio modelo del thriller de reconstrucción, Lasa y Zabala tiende a caricaturizar todo lo que toca en sus dos tiempos, el del crimen y el de la investigación de los abogados de las víctimas, entrelazados torpemente en un puzle narrativo que, no por menos ajustado en su superficie a los hechos reales o a las actas del sumario y el juicio, deja de ser un acartonado teatrillo de buenos y malos de una pieza para (escaso) lucimiento de diseñadores de producción, vestuario y peluquería y mensajes muy baratos y simplistas sobre el funcionamiento de las cloacas del Estado y el terrorismo en el País Vasco.

Un terrible doblaje al castellano del euskera original no ayuda mucho a los inertes esfuerzos de Unax Ugalde y compañía por parecer algo más que gente disfrazada poniendo cara de circunstancias.