Cultura

La autopsia no aclara la causa del fallecimiento de Enrique Morente

  • La familia asegura que el documento establece que el paciente murió por falta de riego sanguíneo tras un paro cardíaco

El cantaor Enrique Morente murió por un "deterioro multiorgánico" originado por las complicaciones sufridas en la operación para tratar el cáncer de esófago que padecía, según el informe final de la autopsia entregada al juez que investiga la denuncia de la familia contra el cirujano. Lo cierto es que, en base a lo que ayer se hizo público, el documento con el examen forense del cantaor no clarifica la causa de su muerte, ya que hace un recorrido por la situación del artista granadino.

La autopsia fue practicada el 14 de diciembre en el Instituto Anatómico Forense de Madrid. El informe final señala que Morente "sufría un carcinoma de esófago de tercio medio-inferior" y que como consecuencia de ello había sido sometido a una esófago-gastroplastia "programada". La operación para atajar el cáncer se produjo el día 4 de diciembre. El estado del artista se fue complicando y fue nuevamente intervenido por el mismo cirujano el día 6. Durante esa segunda operación, Morente sufrió una parada cardiorrespiratoria que, según la autopsia, "originó una hipoperfusión encefálica global", con ausencia de pulso, hipotensión brusca e hipoxemia.

La falta de oxígeno condujo a Morente a una encefalopatía hipóxica isquémica de la que no se pudo recuperar y falleció el día 13 por un "deterioro multiorgánico", según la autopsia.

Sin embargo, la familia del cantaor aseguró ayer, como viene manteniendo desde el fallecimiento de Morente el 13 de diciembre, que "es falso" que la muerte se produjera por "por complicaciones de un cáncer de esófago". Así, en un comunicado, se defendía que "que es falso que el informe final de la autopsia diga tal cosa, o nada semejante o parecido". Es más, según el documento señala, informó la familia, "como causa del fallecimiento una parada cardíaca que sufrió Enrique Morente mientras le estaba reinterviniendo por segunda vez el doctor Moreno cuando, según la historia clínica, el paciente llevaba horas perdiendo sangre después de la primera cirugía que se le había practicado". La conclusión que se establece por parte de la familia del cantaor es que "con el aval de la autopsia" se demuestra que Morente "murió desangrado".

El informe de los forenses, al que tuvo acceso Efe, fue trasladado al juzgado de instrucción número 52 de Madrid el pasado viernes, según fuentes jurídicas.

Morente, de 67 años, falleció el 13 de diciembre pasado, una semana después de ser operado por segunda vez de un cáncer de esófago por el doctor Enrique Moreno, premio Príncipe de Asturias en 1999, catedrático de Patología Quirúrgica de la Universidad Complutense y jefe de Cirugía General del Hospital 12 de Octubre de Madrid.

El equipo médico que intervino a Morente hizo público el 14 de diciembre un comunicado en el que aseguraba que padecía "un cáncer de esófago de 4,5 centímetros de diámetro, localizado en el tercio medio, con metástasis linfáticas".

El juzgado número 52, al que ha correspondido el caso tras acumularse las dos denuncias presentadas por la familia y del que es titular el magistrado José María Casado, recibió el informe forense el pasado viernes y se dio traslado del documento a las partes implicadas. Estas fuentes precisaron que el forense del juzgado puede elaborar ahora un informe propio y que tanto la familia como la parte denunciada pueden solicitar más escritos, la práctica de más pruebas y la toma de declaraciones.

La familia aseguró ayer que la autopsia indica que Morente falleció "por una falta de riego sanguíneo en el cerebro tras sufrir un paro cardíaco consecuencia de la pérdida de sangre que obligó a operarle de urgencia en la madrugada del día 6 de diciembre, sin prevenir ni a la familia". Así, el deterioro que sufrió fue "secundario a una encefalopatía hipóxica isquémica" y no al carcinoma. A este respecto, la necropsia "refiere los hallazgos propios del tratamiento quirúrgico del carcinoma" que sufría el paciente, si bien no encuentra ni una sola célula maligna, tumor o metástasis.

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