En los barrios de papel
Con 18 centros y 200.000 usuarios, la Red Municipal de Bibliotecas afronta proyectos decisivos y lucha por adaptarse a las demandas del siglo XXI
Frente a la cultura de boato, pompa y escaparate con la que Málaga prefiere construir su marca y su posición, en las bibliotecas públicas la cultura es una cuestión mucho más espontánea, abierta, certera y pegada al suelo. Dentro del mapa urbano que articulan estos espacios en la ciudad, de diversa índole y titularidad, el Ayuntamiento gestiona la Red Municipal de Bibliotecas, la mayor de Andalucía en su género, con 200.000 usuarios (dato revelador en un enclave de 600.000 habitantes) y 18 centros: la Biblioteca Jorge Guillén en El Perchel, la Emilio Prados en El Palo, la Bernabé Fernández-Canivell en Pedregalejo, la Salvador Rueda en Ciudad Jardín, la Dámaso Alonso en Jardín de Málaga, la Miguel de Cervantes en Bailén-Las Chapas, la Cristóbal Cuevas en Bailén-Miraflores, la Alberto Jiménez Fraud en la Palma-Palmilla, la Manuel Altolaguirre en la Cruz del Humilladero, la María Zambrano en Huelin, la Narciso Díaz de Escovar en El Torcal, la Francisco de Quevedo en La Luz, la Francisco Guillén Robles en Santa Paula, la José Moreno Villa en Churriana, la Serafín Estébanez Calderón en Santa Rosalía, la Jorge Luis Borges en Campanillas, la Vicente Espinel en el Puerto de la Torre y la José María Hinojosa en la Colonia de Santa Inés son mucho más que meros depósitos de libros para lectores que quieran quedarse un rato en sus instalaciones o llevarse algún volumen a casa: son verdaderos ejes de dinamización a través de las diversas actividades que desarrollan semana a semana en sus distritos. Si bien cada biblioteca dispone de autonomía para poner en marcha sus propias propuestas, la Red mantiene actualmente activos dos programas que se desarrollan en varios centros adscritos: Picasso en las Bibliotecas, especialmente dirigido a niños y familias y enmarcado en el Octubre Picassiano (aunque prolongado en el calendario bastante más allá del mismo); y los Encuentros con Autores en Bibliotecas, de los que ya se celebra la cuarta edición hasta abril de 2018 y por los que pasarán en los próximos meses escritores como Lorenzo Silva, Care Santos, Isabel Bono, Mariela Michelena y Maxim Huerta, quienes compartirán con los lectores de la Red complicidades y confidencias sobre sus obras. "Las bibliotecas municipales son los primeros agentes de la cultura en los barrios", afirma al respecto la concejal de Cultura, Gemma del Corral, quien presume de la resonancia social de la Red a la vez que admite que los retos a los que las bibliotecas se enfrentan en el siglo XXI son bien distintos de los que correspondían hace apenas una década: "Responder a las necesidades actuales no siempre es fácil, entre otros motivos porque los modelos de biblioteca más demandados no son siempre los más disponibles", apunta la edil.
En lo que se refiere a infraestructuras, la Red Municipal de Bibliotecas tiene en la agenda tres proyectos protagonistas: el primero, la ampliación de la Vicente Espinel en el Puerto de la Torre (una demanda no precisamente pequeña ni nueva de los vecinos del distrito), ya está aprobado y el Ayuntamiento espera materializarlo "en los próximos meses", según informa Del Corral; el segundo, la construcción de una nueva biblioteca en Teatinos, también responde a una demanda vecinal, pero lo trazado en el papel es más bien un traslado: la iniciativa pasa por llevar al nuevo equipamiento los fondos y el personal de la Biblioteca José María Hinojosa de la Colonia de Santa Inés, que atraviesa dificultades más que serias para satisfacer la demanda de un distrito cuyo crecimiento ha sido vertiginoso en los últimos años (la Gerencia de Urbanismo aborda actualmente la redacción del proyecto para el nuevo edificio, sin previsiones concretas más allá del mismo en cuanto a plazos); el tercero es otro traslado y Gemma del Corral se refiere al mismo como "la joya de la corona": el que moverá los fondos de la Biblioteca Jorge Guillén, situada en la perchelera calle Malpica, a la futura Biblioteca del Distrito Centro que se instalará en el Convento de San Andrés una vez haya culminado la segunda fase de su rehabilitación. La intención del Ayuntamiento, según explica la concejal, es financiar esta segunda fase a cuenta del programa gubernamental del 1% Cultural, tal y como se hizo con la primera; y aunque la aprobación de este recurso no está todavía confirmada, el Consistorio da por hecho que llegará sin problemas como lo hizo antes. El objetivo, tal y como señala Del Corral, es convertir este nuevo centro en la Red Municipal de Bibliotecas, con un equipamiento moderno y dotado con todos los servicios que cabe esperar de este tipo de instalaciones culturales en la actualidad.
Precisamente, es la adaptación de las bibliotecas más veteranas a los requerimientos del presente la cuestión más peliaguda en lo que se refiere a la gestión de estos centros, muchos de ellos con varias décadas de oficio a sus espaldas. Gemma del Corral admite que el Ayuntamiento es bien consciente de que a menudo las bibliotecas no prestan todos los servicios que los vecinos esperan de ellas, en aspectos como los horarios (la gran mayoría cierra por las tardes durante los meses de verano) y la atención personal: "Son cuestiones que podríamos resolver con la contratación de más personal. Las bibliotecas han crecido en número de usuarios pero este crecimiento no se ha correspondido con la ampliación de la plantilla. El problema es que en este sentido estamos hipotecados desde que el Gobierno decidió congelar hace años todo lo relativo a la contratación y paralizar las convocatorias. Justo ahora hemos podido sacar una plaza que nos permitirá abrir una bolsa, pero necesitaríamos un equipo humano mucho más amplio en nuestras bibliotecas". En esta situación, las opciones del Ayuntamiento pasan por "contratar a personal que pueda desarrollar tareas que no correspondan a los funcionarios y que no invadan sus competencias", algo que está directamente relacionado con otros equipamientos distintos a las bibliotecas pero que podrían ofrecer servicios por los que muchas veces éstas son más reclamadas: salas de estudio. De hecho, el Ayuntamiento tiene previsto construir nuevos emplazamientos de este tipo próximamente en El Limonar.
"En un porcentaje muy alto, lo que los usuarios demandan no son libros sino lugares donde estudiar", continúa Del Corral. "Y, al fin y al cabo, hay que aceptar que la idea tradicional de biblioteca, como despacho de libros, ya está obsoleta, en gran parte porque los lectores disponen de otras muchas herramientas con las que pueden conseguir los títulos que les interesan a un coste muy bajo. En El Limonar hemos tenido una demanda muy importante de ciudadanos que reclamaban una biblioteca no por los libros, sino para poder ir allí a estudiar. Así que la solución más acertada podría ser la de abrir directamente salas de estudio. Así, además, lo tendríamos mucho más fácil para contratar al personal destinado a estos espacios, ya que al no tratarse propiamente de bibliotecas la ley es mucho menos estricta a la hora de establecer nuestras propias convocatorias". Insiste la concejal en que de ninguna manera se trata de infravalorar a las bibliotecas, sino de ampliar servicios: "En nuestras bibliotecas los usuarios disponen de mediatecas, de libros electrónicos, de muy diversos servicios. Pero una gran parte viene a estos centros a estudiar y actualmente no podemos recibirlos a todos. Abrir salas de estudio es una iniciativa factible que no reviste excesivas dificultades, así que se trata de estudiarlo y dar la mejor respuesta posible".
Lo que no ha cambiado es el carácter social, más allá del cultural, que atañe a las bibliotecas. A través de sus clubes de lectura, cuentacuentos, encuentros, conferencias y demás propuestas para todas las edades, los centros ofrecen en los mismos barrios un abanico de posibilidades a personas mayores, solas o que, en resumidas cuentas, perderían un abultado porcentaje de relaciones personales sin las opciones que las bibliotecas les ofrecen. La Málaga cultura lo será por sus bibliotecas o, por más museos que abran, no será.
La Biblioteca Provincial, con un ojo en San Agustín
Fuera del ámbito municipal, la Biblioteca Cánovas del Castillo, alojada en el Centro Cultural Provincial María Victoria Atencia, desarrolla igualmente numerosas actividades de dinamización y animación a la lectura y constituye un agente decisivo en la aportación cultural del barrio del Molinillo y su entorno (esta misma semana se celebró el Día Mundial de las Escritoras con diversas propuestas para usuarios de todas las edades). La Biblioteca Provincial, por su parte, espera en la Avenida de Europa el empujón definitivo del Gobierno para la rehabilitación del viejo Colegio de San Agustín, confirmado para su sede tras el paso en falso de la Junta de Andalucía en el Convento de la Trinidad.
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