Cultura

¡Desde las brumas de Hoggoth!

  • Antes del estreno fílmico del Doctor Extraño, la editorial Panini publica dos imprescindibles volúmenes con las peripecias del Maestro de las Artes Místicas.

Y es que los corazoncitos de los millones de marvel zombies laten con fuerza y al unísono ante la próxima película protagonizada por Benedict Cumberbatch. Y qué mejor manera de ir calentando el ambiente que publicar estos dos gruesos tomos protagonizados por el Doctor Extraño. En el primero de ellos, perteneciente a la línea Marvel Gold, nos vamos a encontrar con aquella creación del mismo dúo que dio vida al simpar Spiderman, Stan Lee y Steve Ditko, pero en este caso podíamos acreditar como verdadero 'padre' de la criatura al segundo, y lo digo por el propio carácter oscuro y taciturno en sus primeras aventuras. Y es que, si nos fijamos bien, el cirujano reconvertido en mago no es para nada un 'superhéroe'. No sé si fue casualidad, pero gracias a su nacimiento en las viñetas se abrieron nuevas parcelas creativas y argumentales en aquel Universo Marvel que aún estaba naciendo.

La cabecera en las que estas comenzaron fue la revista 'contenedor' Strange Tales, concretamente en su número 110 y tras narrarnos el trágico y fantástico origen del personaje, comenzó el desfile de villanos que lo han ido acompañando en sus peripecias: en primer lugar un antiguo compañero de estudios místicos, el celoso Barón Mordo,que se las va a hacer pasar canutas a Extraño, así como a su mentor, el venerable y sabio Anciano.

Otro de esos malos que cada cierto tiempo regresan es Pesadilla, que como su propio nombre indica es el rey de ese otro mundo, el onírico (olvidaos del pálido personaje creado por Neil Gaiman…) y que será, una y otra vez, un hueso muy duro de roer.

Aunque estos, y algunos otros que irán surgiendo por el místico camino (como por ejemplo el tiránico mandamás de la Sexta Dimensión, Tigoro) no serán nada comparado con aquel cuyo nombre muchos no osan decir (y no, no tiene nada que ver con el mago gafotas…): Dormammu, un villano con rostro flamígero que pretende reinar en todos los planos de existencia, el nuestro incluido…

Por supuesto, como suele decirse, "no es bueno que el hombre esté solo", y en esta ocasión el doctor estará siempre asistido por su fiel ayuda de cámara, el asiático Wong. Además, el puntito romántico lo pondrá la aparición de la atractiva habitante de otra dimensión mágica, Clea, que con el paso del tiempo se convertirá en discípula y amante del protagonista.

Pero no quiero dejar pasar la ocasión para resaltar el valor gráfico, la tremenda imaginación y talento de Steve Ditko a la hora de plasmar esas otras dimensiones, que parecen paridas por la fértil mente de un Dalí que se hubiera dedicado a las viñetas. ¡Y qué decir de los combates mágicos! Con el paso del tiempo se han convertido en seña de identidad de un personaje que, en aquellos ya lejanos años sesenta y posteriormente, no ha tenido demasiada suerte. Claro está, si os fijáis, la mayoría de sus aventuras se desarrollaban en su colección, en su propio 'mundo' de viñetas y, a excepción del segundo anual de The Amazing Spider-Man, donde le robaba completamente el protagonismo al lanzaredes, el Doctor no se codeaba demasiado con sus 'compañeros de universo'. Es por ello que la posterior colección, ya bajo su propio nombre, fue cayendo en ventas; de hecho, era de las pocas que se publicaban cada dos meses. Pero llegaron los coloridos años ochenta y con ellos el magnífico material contenido en el segundo volumen que os presento, un tomo Marvel Heroes que recoge toda la etapa escrita por Roger Stern, que pasó de realizar tareas administrativas a tirarse de cabeza al mundo de la creación y que, sin duda, fue el responsable de la renovación, modernización y nuevo éxito del personaje.

¿Y cuál fue la clave? Pues en primer lugar añadir unas gotas de dramas a la ecuación. Sin querer desvelar demasiado, lo que en los primeros números contenidos en el tomo comienza con un romance en toda regla, se va tornando más dramático debido a ciertos hechos que, claro está, no revelaré (por cierto, en el primer número que abre esta etapa tenemos la participación de Gene Colan, entre otro de los grandes dibujantes de Marvel, como Marshall Rogers y Paul Smith).

Pues bien, junto a los vistosos ropajes que se vestían en aquellos años ochenteros (que seguro que harían las delicias de cualquier it girl actual…) nos vamos a encontrar con nuevos aliados y enemigos, entre ellos el oscuro y misterioso Jericho Drumm, el Hermano Vudú; Sara Wolfe, la hábil secretaria que saca al Doctor de cualquier lío administrativo; Morgana Blessing, que con del tiempo tendrá más que palabras con Stephen… Y cómo no, los villanos, algunos nuevos como el Vizconde Krowler, D'Spayre, Demonicus, Adria y Kaecilius (un letal trío)… Además de los reticentes Barón Mordo, Pesadilla y Dormammu.

Y este tomo se cierra, entre otras joyas, con una muy especial, una novela gráfica protagonizada por dos doctores, Extraño y Muerte, Triunfo y Tormento, en la que viajarán hasta el Infierno para recuperar el alma de la madre del segundo, el cual también tiene su corazoncito… Todo ello ilustrado por… redoble de tambor: ¡Mike Mignola!

Todo esto y mucho más en dos tomos que no deben faltar en vuestras bibliotecas. Tened cuidado, porque el Ojo de Agamotto os observa, Marvelitas!

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