Fue un momento difícil relacionado con un problema de salud el que despertó en David Bravo (Málaga, 1977) la curiosidad, o más bien la necesidad, de escribir para compartir sus ideas, emociones e inquietudes: "Todavía estaba recuperándome cuando supe que quería escribir, que tenía que hacerlo. Así de simple", explica. Si semejante apuesta resulta estimulante en cualquier caso, en David Bravo las expectativas sólo podían ser elevadas dados sus quehaceres fundamentales. El primero es la música: nuestro hombre es licenciado en las especialidades de violín, viola y música de cámara. El segundo es la educación: Bravo es profesor en el Conservatorio Profesional de Música Manuel Carra y además fue uno de los impulsores esenciales de la creación del Colegio María Montessori de Málaga, el primero de su naturaleza que abrió sus puertas en Andalucía. De modo que, según el autor, "estaba claro: si lo que me gusta es la música y trabajar con niños, la opción más sensata era un cuento musical". Dicho y hecho: Luna (Avant Editorial), el debut literario de David Bravo, ilustrado por José Carlos Palomo Tobío, es un libro especialmente dirigido a los más pequeños (y más indicado, si cabe, para leer en familia) que despertará seguro el interés de sus lectores por la música; pero, más aún, se trata de una creación que brinda fórmulas innovadoras a la hora de aunar narrativa y sonido: una obra para leer con los ojos y los oídos.

En lo que al relato se refiere, Luna cuenta la historia de una niña implicada en la búsqueda de La dama de fuego, una preciosa y antigua viola que fue creada nada menos que por Antonio Stradivarius: para atrapar al ladrón contará con la ayuda de su gato y de un grupo de músicos y detectives. Al mismo tiempo, el volumen incluye una banda sonora (a la que el lector puede acceder a través de códigos QR) que incluye, por una parte, la narración del cuento en las voces de María del Mar Ramos Campoy, Pedro Samuel Jiménez Fernández y Adriana Soler Mayoraga; y, por otra, una selección de piezas populares y de compositores como Mozart, Telemann, Boccherini, Tchaikovsky, Bach y Shostakovich, con arreglos del propio autor e interpretadas por Juan Jesús Navarro Lara (violín), Miguel Ángel Portero Campos (oboe), Wayan Marieta Sudarma Ramos (violonchelo), Jordi Soler (contrabajo) y el mismo David Bravo (violín y viola), quienes a su vez también ejercen de actores. "A menudo, en este tipo de trabajos, las historias que se cuentan funcionan apenas como una excusa para divulgar la música, pero mi intención era muy distinta. Desde el principio quería que fuera la música la que acompañara al relato, no al revés. De hecho, la escritura y la composición de los arreglos fueron creciendo a la vez", advierte Bravo.

Por si fuera poco, Luna tiene su propia puesta en escena, que nació con el formato de concierto didáctico de la mano del Ensemble de Violas de Málaga y que hasta ahora se ha representado en La Caja Blanca y el Conservatorio Manuel Carra entre otros centros. La magia y la música, en cualquier caso, aguardan en las librerías para darle la armonía perfecta al verano.