Marta Rivera de la Cruz. Escritora

"Si buscas poesía, no vayas al Congreso"

  • La autora y diputada de Ciudadanos presenta hoy a las 19:00 en Fnac Málaga su nueva novela, 'Nosotros, los de entonces' (Planeta), un agridulce relato generacional.

Después de haber publicado novelas como Que veinte años no es nada (Premio Ateneo Joven de Sevilla), El inventor de historias y Hotel Almirante, Marta Rivera de la Cruz (Lugo, 1970) adquirió amplia notoriedad en 2006 con En tiempo de prodigios, obra finalista del Premio Planeta con la que terminó de consolidar el trazo fino con el que construye sus personajes. En los últimos tiempos, la autora ha ganado también atención pública por asuntos ajenos a la literatura a cuenta de su puesto en el Congreso de los Diputados en las filas de Ciudadanos. Pero, para que no se diga, la escritora y periodista vuelve al ruedo con Nosotros, los de entonces (Planeta), la historia de una reunión de amigos bien entrados en la cuarentena en la que nada es lo que parece; para empezar, ni siquiera ellos mismos. Hoy viernes, la autora presentará el libro a las 19:00 en Fnac Málaga (C/ Armengual de la Mota, en el centro comercial Málaga Plaza).

Rivera de la Cruz define su novela como "generacional". Sus páginas contienen un retrato "de la gente que anda hoy por los cuarenta y tantos y que vivió su juventud en un momento sin duda histórico. Cuando esta misma gente tenía veinte años se respiraba la ilusión de atravesar una etapa nueva: españa experimentaba una modernización notable, resultaba más sencillo encontrar trabajo, cayó el Muro del Berlín, todo invitaba al optimismo, a depositar toda la confianza en el futuro. Pero esa gente quedó después decepcionada, porque la historia resultó ser otra". En Nosotros, los de antes, eso sí, no hay mucho espacio para la nostalgia: "Los personajes han madurado. Recuerdan el pasado con cariño, pero son conscientes de que no se puede repetir".

Los seis personajes a los que la escritura da vida propia estudiaron juntos Bellas Artes y después siguieron caminos distintos; entre ellos no hay enemistad ni rencor, "de hecho mantienen el contacto, pero el grupo, como tal, quedó roto en su momento". La reunión se celebra tras la llamada de uno de ellos en un hotel rural de la Provenza, a donde acuden unos con la intención de recuperar el tiempo perdido, otros con no pocas reticencias. Y en este contexto, la materia definitiva de la novela es la amistad: "Durante el fin de semana que pasan juntos, todos ellos aprenden que la amistad también evoluciona. Cuando tienes 20 años dispones de todo tu tiempo, haces lo que quieres y das todo lo que tienes a tus amigos. Pero con el tiempo todo eso cambia y para que la amistad perdure hay que cambiarla, tiene que sostenerse en otras reglas. Madurar es aceptar que lo que quieres no siempre coincide con lo que puedes tener, y que aún así se puede vivir de manera razonablemente feliz". En esta situación los personajes también hacen frente a sus propios cambios, los más íntimos, allí donde más cunde la decepción, en gran parte porque el cambio es inevitable: "Si a los 40 sigues siendo el mismo que eras a los 20, se puede decir que has fracasado. Y todos los personajes de la novela, menos uno, han fracasado. Pero al mismo tiempo comprenden que la felicidad es posible a pesar de que los sueños que uno tenía en su juventud no se cumplan. Que no triunfar no significa necesariamente fracasar. En esto consiste la evolución: todos hemos hecho determinados planes que de una manera u otra no se han cumplido. ¿Podemos ser felices, sin embargo? Por supuesto que sí".

Marta Rivera de la Cruz subraya que con Nosotros, los de antes, en la que ha trazado un especial equilibrio entre los personajes "para que ninguno parezca más protagonista que otro", ha aprendido a "trabajar mejor los diálogos", hasta alumbrar una novela de singular naturaleza teatral. Y sobre su ocupación en el Congreso, al ser preguntada sobre la posibilidad de que escriba sobre esta experiencia, responde: "No lo creo. Para escribir necesito una cierta poesía. Y si buscas poesía, no vayas al Congreso. Allí no la encontrarás".

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