Festival de Música Antigua. Sala María Cristina. 7 de julio de 2011. Joven Orquesta Barroca de Andalucía. Músicos: Alejandro Garrido (violín) Michael Thomas (director y violín). Aforo: Lleno.

Había cierto ambiente de fiesta de fin de curso el jueves a la entrada del María Cristina: padres, hermanos, nervios y un inevitable aire de puesta de largo que rodea a toda hazaña primeriza. Se trataba, sin embargo, de algo mucho más serio que una función escolar: la Joven Orquesta Barroca de Andalucía (nacida bajo los auspicios de la OFM) volvía a sus orígenes con un programa imponente, que incluía obras de Händel, Vivaldi, Bach y Telemann. En su escaso año de vida, este conjunto de jóvenes talentosos se ha convertido en algo más que un prometedor proyecto pedagógico.

El Concierto Grosso, Op. 6, nº2, de Händel, que abría el programa sirvió para que la orquesta fuera puliendo unos matices y una calidad de sonido que a esas alturas ya se intuían. En esa línea ascendente, obtenía su acreditación definitiva con los conciertos para dos violines y orquesta de Vivaldi y Bach, igualmente resueltos con gran brillantez por los solistas: el propio Thomas y Alejandro Garrido, profesor también de la JOBA.

La tranquilidad y confianza que otorga el deber cumplido propició lo mejor del concierto. La interpretación del Don Quijote de Telemann fue extraordinaria, con el vivace del tercer movimiento como momento culminante. El director, los músicos y todos los presentes podíamos percibir la proximidad de ese estado de gracia a que aspira toda orquesta. Estaban cómodos, se sentían inspirados y se recreaban en un sonido limpio, preciso y fluido. Un trabajo muy serio.