El chef Diego Gallegos, estrella Michelin en Sollo Fuengirola, recorre sus influencias culinarias de España, Brasil y Perú en su nueva carta en el restaurante Arara Bistró Bar, donde se podrá disfrutar de una opción gastronómica que mezcla tradición y modernidad.

Este cocinero, de origen brasileño y malagueño de adopción que luce también una estrella verde Michelin que premia la sostenibilidad, ha explicado en una entrevista con EFE que quiere convertir Arara en un gran restaurante informal y "cautivar a los comensales desde el primer instante estimulando los cinco sentidos mediante la fusión de diversas cocinas".

En su nueva carta se puede disfrutar de algunos de los platos más emblemáticos del restaurante Sollo, que también ostenta dos soles Repsol, pero a precios más asequible para que el comensal pueda probar más propuestas.

Su menú refleja la evolución gradual de su cocina, influenciada por diversas experiencias a lo largo de los años, "con recetas de toda la vida que me remonta a mi infancia y con la clara inspiración de mi abuela", recuerda con añoranza el chef.

"Quiero posicionarme como un referente culinario en la Costa del Sol, con una cocina de mercado y productos de Denominación de Origen, donde el visitante pueda probar mis platos con unos precios que he ajustado para que puedan probar más cosas" subraya.

El chef confiesa que en Arara se divierte creando de forma más informal, sin los rigores que exige un gastronómico con estrella Michelin.

Gallegos, también conocido como el 'el chef del caviar', rinde homenaje a los sabores y raíces latinoamericanas, entrelazados con la influencia española al rescatar los platos clásicos y presentando algunos emblemáticos del restaurante Sollo, como el exquisito pescado de río.

También destaca la lima Kimchee, ensaladilla rusa de esturión ecológico confitado, bacalao a la barbacoa coreana o el solomillo de ternera y foie.

Esta nueva carta incorpora ingredientes icónicos para el chef como el caviar o el pescado de río, pero también platos que ya son un clásico en su cocina, como la causa limeña, el cerdo al pibil, el ceviche o el tiradito.

Después de siete años abierto, el chef ha querido darle a Arara una vuelta debido a la gran demanda y porque pretende que sea "un restaurante para compartir, donde vengan familias, vecinos y turistas, todo ello amenizado con una zona de disyóquey".